La delicada responsabilidad del CNM

Edgar Lantigua

Cuando la semana ha estado cargada de tantos temas, no resulta fácil escoger el discurrir de esta Tribuna, el dengue que azota aquí y allá, los pataleos, con razón o sin ella, por las encuestas de los partidos, el general que sin empacho pone al presidente a jurar que lo va a nombrar, el diputado que presenta su renuncia el día en que se proclama la candidatura presidencial de su partido, “y cosas así”.

Sobre los dramas del mundo político, corre mucha tinta, así que déjeme usted, reflexionar sobre el gran reto que tiene el Consejo Nacional de la Magistratura, CNM, que ya ha iniciado el proceso para seleccionar al sustituto del magistrado, Milton Ray Guevara y a otros 4 jueces del Tribunal Constitucional, que cumplen el tiempo para el que fueron designados.

El propio magistrado Ray Guevara le ha puesto en perspectiva la delicada tarea que tiene por delante el organismo que encabeza el presidente Luis Abinader al afirmar: “El presidente de la República habrá tenido el enorme privilegio y la grave responsabilidad de dotar al tribunal de una composición que garantice al pueblo dominicano que el tribunal no se va a convertir en un tribunal de facciones, en un tribunal de grupos económicos, en un tribunal que se aleje de los postulados duartiano”.

Y no es para menos, el Tribunal Constitucional, se ha ganado el respeto de la comunidad jurídica nacional e internacional, como bien dijo hace unos días el expresidente de la Suprema Corte de Justicia Jorge Subero Isa.

En este rol el papel del magistrado Ray Guevara ha sido estelar, ha marcado con su impronta, un ejercicio ejemplar en los años en que ha presidido esa alta corte, cuyo rol termina en diciembre de este año.

Pocos reconocerán, menos ahora que estamos en campaña, el rol del expresidente Leonel Fernández y de quienes integraron el CNM, en su momento, en la conformación del Tribunal Constitucional actual, así como en la Suprema Corte de Justicia, presidida inicialmente por el magistrado Jorge Subero Isa y posteriormente por Mariano Germán, cuestionado inicialmente por sus vínculos políticos, pero cuya labor al frente del mismo fue impecable.

Es innegable que en ambas cortes hay avances sustanciales para el país.

Sería injusto dejar de destacar que pese a su procedencia política, no hay ningún cuestionamiento al desempeño del magistrado, Luis Henry Molina, actual presidente de la Suprema Corte de Justicia.

La tarea que tiene por delante el Consejo Nacional de la Magistratura, no es pequeña, se trata de estructurar un Tribunal Constitucional que esté a la altura del encabezado con tanta inteligencia y capacidad y dignidad, por Milton Ray Guevara.

Las presiones no serán pocas, no sólo de grupos económicos, sectores de la sociedad civil, aliados políticos del PRM, y de poderes extranjeros, que intenten influir con el fin de que sean variadas decisiones trascendentales de esa corte.

Si delicada es la responsabilidad del presidente y de los miembros del CNM, más delicada aún, es la responsabilidad de la sociedad dominicana en su conjunto, que no debe mirar con ligereza, la selección de los 5 jueces que habrán de completar la matrícula constitucional, a partir de diciembre.

Que el privilegio y la grave responsabilidad, sean honrados con una decisión sabia.

Listín Diario

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