La feminización de la pobreza en República Dominicana: Un análisis del Banco Mundial

Santo Domingo, 11 marzo . – Un reciente estudio del Banco Mundial revela que la pobreza monetaria en República Dominicana está fuertemente ligada a la feminización, evidenciando una brecha de género significativa en el ámbito laboral. Aunque la participación de las mujeres en la fuerza laboral ha experimentado mejoras, sigue siendo notablemente inferior a la de los hombres.

El informe, titulado «Diagnóstico sobre igualdad de género en la República Dominicana», destaca que las tasas más bajas de participación laboral femenina, así como las brechas salariales y la concentración en sectores de baja productividad, son los principales factores detrás de la feminización de la pobreza.

Por ejemplo, mientras que las mujeres representan el doble de la proporción de trabajadores altamente calificados en comparación con los hombres (36% frente a 18%), aún enfrentan tasas más bajas de informalidad laboral (36% frente a 51%).

El estudio también revela que el ingreso laboral promedio de las mujeres es considerablemente inferior al de los hombres en diferentes categorías socioeconómicas, incluyendo edad, área de residencia, nivel educativo y formalidad laboral. En algunos casos, la disparidad puede alcanzar hasta un 75% en el ingreso laboral entre hombres y mujeres, especialmente en el trabajo informal y por cuenta propia.

Incluso dentro del mismo sector laboral, las mujeres ganan significativamente menos que los hombres, llegando solo al 85% del ingreso laboral total promedio masculino. Esta disparidad salarial se acentúa aún más en el sector informal, donde las mujeres ganan en promedio solo el 60% de lo que ganan los hombres.

A pesar de los avances en la participación laboral femenina, solo alrededor del 51% de las mujeres estaban empleadas o buscaban activamente trabajo en 2019, en comparación con el 78% de los hombres. Este desequilibrio se atribuye en parte a la carga desproporcionada de responsabilidades domésticas y de cuidado que asumen las mujeres.

Según el estudio, aproximadamente un tercio de las mujeres dedicaban su tiempo exclusivamente a actividades del hogar y cuidado familiar en 2016, mientras que el 39% no participaba en el mercado laboral debido a sus estudios. En contraste, la mayoría de los hombres inactivos estaban estudiando, con menos del 2% asumiendo roles de cuidadores o amos de casa.

Además, las mujeres dedican en promedio más de 31 horas semanales al trabajo no remunerado, mientras que los hombres solo dedican 9,6 horas. Esta diferencia se amplía en áreas rurales y en regiones de bajos ingresos, resultando en un promedio de 4 horas adicionales de trabajo semanal para las mujeres, entre labores remuneradas y no remuneradas.

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