La hidroeléctrica de Nueva Kajovka, vital para Crimea y la planta nuclear de Zaporiyia

Moscú, 6 jun .- La central hidroeléctrica de Nueva Kajovka, destruida este martes por una explosión de la que se culpan mutuamente Moscú y Kiev, tiene una importancia clave para la zona, en particular para el funcionamiento correcto de la central nuclear de Zaporiyia y el abastecimiento de la península de Crimea, controlada por Rusia desde 2014.

La construcción de la presa empezó en 1950 y fue puesta en servicio seis años más tarde, durante la época soviética.

Kajovka es la última de la cascada de centrales hidroeléctricas del río Dniéper.

Se trata de la quinta hidroeléctrica de Ucrania con una potencia de 334,8 megavatios. El embalse contenía antes del desastre de este martes 18 millones de metros cúbicos de agua. El muro de la presa tiene 16 metros de altura y 3.850 metros de longitud.

La infraestructura, que tendrá que ser levantada desde cero, según las autoridades rusas, se encuentra en la región sureña de Jersón, a 5 kilómetros de la ciudad de Nueva Kajovka, que Rusia ocupó en febrero de 2022, nada más iniciar la intervención militar en el país vecino. 

La presa de Kajovka y Crimea

La presa de la central hidroeléctrica tiene una gran importancia no solo por sus capacidades energéticas y de riego para la agricultura, sino también porque conecta las orillas derecha e izquierda del río Dniéper, convertido en primera línea de frente entre los Ejércitos de Rusia y Ucrania.

Por otro lado, cerca de Nueva Kajovka, que tenía unos 45.000 habitantes antes del comienzo de la guerra, tiene su origen el Canal de Crimea del Norte, que lleva agua a la anexionada península desde el río Dniéper, en el que se sitúa la hidroeléctrica destruida. 

El canal, de más de 400 kilómetros de largo, se origina en el embalse de Kajovka y se construyó entre 1961 y 1971 para proporcionar agua a las áreas secas de la región de Jersón y Crimea.

Ucrania lo bloqueó en 2014, después de la anexión de Crimea, y en los primeros días de la ofensiva en el país vecino, Moscú ocupó la hidroeléctrica y el acceso a la infraestructura clave para el abastecimiento de la península.

Imagen de archivo de buques de guerra rusos en Sebastopol, Crimea.
Imagen de archivo de buques de guerra rusos en Sebastopol, Crimea. EFE/Sergei Ilnstsky

El agua necesaria para enfriar Zaporiyia

El agua del río Dniéper y del embalse de Kajovka es también vital para el funcionamiento de la cercana planta nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo constante peligro por los ataques bélicos.

El agua del embalse es necesaria para que la planta en la vecina región de Zaporiyia reciba electricidad para los condensadores de turbina y los sistemas de seguridad de la central, ocupada por las tropas rusas. 

El estanque de enfriamiento de la central está lleno con un nivel de agua de 16,6 metros, lo que es suficiente para las necesidades de la planta, según la agencia nuclear ucraniana, Energoatom.

Los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que se encuentran en la central nuclear de Zaporiyia aseguraron este martes que “no hay riesgo inmediato para la seguridad nuclear en la planta”.

No obstante, el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, ha advertido en un comunicado de que los daños sufridos en la presa han causado un serio descenso del nivel del agua en el embalse que se usa para enfriar la planta nuclear de Zaporiyia (ZNPP).

También Rusia, que controla la planta atómica, afirmó que los riesgos para la central de Zaporiyia “son ahora mínimos”. 

Imagen de archivo de la central nuclear de Zaporiyia.
Imagen de archivo de la central nuclear de Zaporiyia. EFE/EPA/Yuri Kochetkov

Advertencias previas

El pasado octubre, tanto Kiev como Moscú advirtieron de planes del otro bando de bombardear o hacer volar la presa.

Ucrania señaló en aquella ocasión que si la presa estalla, estarían en la zona de las inundaciones más de 80 localidades.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió entonces también el envío de una misión de observación internacional a Kajovka.

Las autoridades prorrusas de la región ucraniana de Jersón comenzaron en aquel momento a liberar agua de la presa para reducir el nivel del agua y minimizar así el potencial desastre.

Estas acciones, según los funcionarios locales, permitieron evitar el peor escenario también hoy, cuando la hidroeléctrica recibió daños irreparables.

Fuente EFE

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