La inflación impacta el bajo crecimiento económico del 2.4 % en República Dominicana en 2023

Santo Domingo, 31 de enero – El cierre del año 2023 revela que República Dominicana experimentó un crecimiento económico del 2.4 %, marcado por el bajo desempeño en sectores clave como la explotación de minas y canteras, la producción industrial nacional (manufactura local), el comercio y la enseñanza. Específicamente, la actividad económica se vio impulsada por el sector de hoteles, bares, restaurantes, construcción y zonas francas.

Este resultado ha suscitado críticas en diversos sectores que señalan que la economía dominicana, tradicionalmente líder en América Latina, actualmente se encuentra por debajo de su potencial. Sin embargo, las perspectivas para el año 2024 indican un optimismo con proyecciones de crecimiento del 5.2 % al finalizar el próximo año.

República Dominicana, como economía abierta, no ha escapado de los impactos de la crisis geopolítica en el Medio Oriente, la disminución del comercio internacional y desafíos logísticos. La escalada de precios en insumos y bienes intermedios ha sido un factor clave, llevando a la conclusión de que el Banco Central podría priorizar la estabilidad de precios sobre el crecimiento económico.

La gran incógnita radica en la estrategia a seguir: mantener bajo control la estabilidad de precios y el tipo de cambio o impulsar el crecimiento económico. Se espera que la economía pueda recuperarse ampliamente a partir del segundo semestre de 2024, respaldada por nuevas inversiones ya programadas y en perspectiva.

Según los datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) para 2023, se observan contrastes en el desempeño de los sectores. El agropecuario, servicios financieros, actividades inmobiliarias y de alquiler, salud y otros servicios experimentaron crecimientos positivos. En cambio, la explotación de minas y canteras sufrió una caída del -16.3 %, la manufactura local decreció un -1.5 % y la enseñanza disminuyó en un -1.4 %.

Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), señaló que, a pesar de que ciertas actividades económicas estuvieron rezagadas a principios del año, los estímulos monetarios, especialmente en la construcción, contribuyeron positivamente. Sin embargo, resalta la necesidad de reformas estructurales para un desarrollo sostenible.

Rafael Espinal, coordinador de Economía en INTEC, explicó que los sectores de comercio e industrias se vieron afectados por la inflación a finales de 2022 y durante el primer semestre de 2023. La caída del consumo y las altas tasas de interés impactaron las ventas e inversiones en estos sectores.

Espinal subrayó que, en contraste, la política de subsidios del Gobierno favoreció el crecimiento en la agropecuaria, mientras turismo, comunicaciones y zonas francas se beneficiaron de la inversión extranjera.

El decano de la Facultad de Economía de la UASD, Antonio Ciriaco Cruz, recordó que la economía dominicana, con un crecimiento del 2.4%, estuvo sustentada en sectores de servicios como turismo, servicios financieros, comunicaciones y actividades inmobiliarias y de alquiler.

Ciriaco destaca que la política monetaria y fiscal estuvieron condicionadas por el choque inflacionario debido a conflictos geopolíticos. La política monetaria restrictiva afectó la inversión privada y el consumo, ralentizando el crecimiento en 2023.

Henri Hebrard, economista, enfatizó que, tras un primer semestre desafiante, el segundo fue positivo, situando a República Dominicana en una posición más favorable al inicio de 2024. La recuperación se atribuye a medidas de relanzamiento económico desde el segundo trimestre de 2023, incluyendo la disminución de la tasa de política monetaria y aumentos salariales.

Hebrard concluye que la economía dominicana inicia 2024 con perspectivas más alentadoras, respaldadas por proyecciones de crecimiento del 5.2 % según el FMI. Estas proyecciones colocan a República Dominicana como el país con mayor crecimiento en todo el continente, exceptuando casos extraordinarios como el boom petrolero que experimenta Guyana.

El impacto de la inflación en el bajo crecimiento económico de 2023 resalta la necesidad de estrategias que equilibren la estabilidad de precios con el impulso al crecimiento. Las perspectivas optimistas para 2024 dependen de reformas estructurales y decisiones políticas que fortalezcan la competitividad y reduzcan los costos, permitiendo una recuperación sostenida de la economía dominicana.

Con datos del Listín Diario

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