La investigación israelí determina que no es posible saber cómo murió Shireen Abu Akleh

Jerusalén, 13 may (EFE).- La investigación inicial del Ejército israelí sobren la muerte de la periodista palestina Shireen Abu Akleh concluye que «no es posible determinar inequívocamente el origen del disparo» que la mató.

La investigación mantiene «dos posibilidades» sobre la fuente de la bala letal: que fueran palestinos armados, «que dispararon cientos de balas desde varios lugares»; o un soldado israelí que devolvía fuego a un miliciano palestino del que Akleh estaba cerca.

«El pistolero palestino disparó múltiples ráfagas contra el soldado israelí, y existe la posibilidad de que Abu Akleh, que estaba cerca del pistolero palestino, detrás de él, fuera alcanzada por los disparos del soldado hacia los palestinos. La distancia entre el vehículo del Ejército (desde el que disparó el soldado) y la señora Abu Akleh era de unos 200 metros»; explica en Ejército en las conclusiones de su investigación interna.

Aunque también matizan que los milicianos palestinos «dispararon cientos de balas desde varios lugares hacia los vehículos militares israelíes», y también en la dirección donde se encontraba Abu Akleh, lo que hace que «esta sea una posible fuente del disparo que la alcanzó y la mató».

El funeral de la reconocida periodista de Al Yazira se está celebrando hoy en Jerusalén este con miles de asistentes y un fuerte dispositivo de seguridad, aunque se han producido enfrentamientos desde el inicio del cortejo fúnebre cuando la policía cargó contra los palestinos por mostrar sus banderas y entonar «cánticos nacionalistas».

La periodista, identificada como prensa y llevando chaleco y casco, murió de un disparo en la cara el pasado miércoles mientras cubría una redada del Ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, donde Israel ha intensificado sus operativos de «contraterrorismo» en las últimas semanas con cerca de cincuenta muertos.

«Esa noche en cuestión, soldados israelíes llevaron a cabo una operación antiterrorista en el área de Yenín, con el objetivo de detener a sospechosos de terrorismo. Durante la actividad, pistoleros palestinos dispararon de forma continua e indiscriminada, y arrojaron explosivos contra los soldados y vehículos militares»; indica el informe militar.

Israel insiste en que para poder determinar qué ocurrió, es necesario un «examen balístico profesional» de la bala que mató a la reportera, algo que está en manos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), quien se encargó de realizar la autopsia y ha prometido una investigación «exhaustiva y transparente» sobre lo ocurrido.

En el funeral de Estado que la ANP brindó ayer a Akleh en Ramala, el presidente palestino, Mahmud Abás, volvió a responsabilizar a Israel de la muerte de la periodista estadounidense-palestina de 51 años y prometió llevar el caso ante la Corte Penal Internacional.

Israel se ofreció a realizar una investigación conjunta pero la ANP se ha negado a esa posibilidad.

«Hasta este momento, la ANP no ha cooperado con la solicitud de realizar una investigación conjunta; ni con la solicitud de transmitir los resultados de su investigación, o la bala. Israel ha ofrecido que representantes tanto palestinos como estadounidenses estén presentes y analicen las pruebas profesionales, patológicas y balísticas, así como en el examen forense de la bala», subrayó el Ejército israelí.

El jefe del Estado Mayor, Aviv Kohavi, ha instruido que, tras las conclusiones preliminares, se continúe con la investigación «con un compromiso de transparencia y revelación de la verdad del incidente, utilizando todas las herramientas disponibles por el Ejército».

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