La justicia de Cataluña autorizó la reinstauración del toque de queda nocturno por el aumento de contagios de coronavirus

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña aprobó este jueves el toque de queda solicitado por el gobierno regional, que entrará en vigor desde la madrugada de este viernes para intentar frenar la ola de contagios de COVID.

Las restricciones rigen desde la 1 hasta las 6 y durarán al menos dos semanas, que podrían prolongarse en virtud de la curva de infecciones tras las fiestas de fin de año.

En vista de este límite, la actividad comercial deberá cesar su actividad a las 0.30. En tanto, los aforos fueron reducidos al 70% en todos los sectores, y al 50% en espacios cerrados de restaurantes y bares. El ocio nocturno enfrenta un cierre total.

También, la Justicia autorizó el límite de 10 personas por reunión. Su aval era necesario para restricciones que afectan a derechos fundamentales como la libertad de movimiento, de reunión y de culto.

El toque de queda rige en aquellas localidades donde la incidencia sobrepase los 250 casos por 100.000 habitantes en siete días, lo que abarca a 125 municipios con 6,3 millones de habitantes, según cifras recientes. Barcelona, capital regional, cuenta con una tasa de 472,5 por cada 100 mil personas, mientras que solo algunas localidades quedan por debajo del umbral.

España sumó el miércoles 60.041 nuevos contagios por coronavirus respecto a las cifras globales anunciadas el martes, registrando por segundo consecutivo la cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia y llevando el total de casos confirmados hasta 5.645.095, según datos del Ministerio de Sanidad.

El tribunal dijo que las medidas eran “proporcionales” y habían logrado un equilibrio entre “una restricción limitada de los derechos” y la “protección de la salud individual y comunitaria”.

España tiene alrededor del 80% de su población de 47 millones de personas vacunadas, una de las tasas más altas del mundo. Hasta hace poco, había evitado el aumento de las infecciones que se ha producido en otros lugares de Europa y que ha dado lugar a normas más estrictas. Pero la llegada de la variante Omicron del virus ha disparado las infecciones, con un récord de algo más de 60.000 nuevos casos registrados el miércoles, aunque los ingresos hospitalarios y la ocupación de las UCI siguen siendo menores en comparación con las anteriores oleadas de Covid-19.

“Omicron ha cambiado el panorama. Hay que reintroducir medidas que no nos gustan pero que son necesarias”, dijo el miércoles el jefe del gobierno regional de Cataluña, Pere Aragonés.

Cataluña se ha visto especialmente afectada por la última oleada de infecciones, ya que alrededor del 30% de sus camas de las unidades de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes con COVID, el doble de la media nacional.

La región, de unos 7,7 millones de habitantes, situada en la frontera con Francia y con Barcelona como capital, impuso a mediados de julio un toque de queda nocturno de 1 a 6 de la mañana en la mayoría de los municipios debido al aumento de las infecciones. Un tribunal ordenó que se levantara al mes siguiente tras la disminución de las infecciones, argumentando que ya no estaba justificado.

El gobierno central de España impuso un toque de queda nocturno en todo el país en octubre de 2020. Se levantó en mayo de 2021.

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