La sorpresa de un canciller

MIGUEL REYES SÁNCHEZ

Luego de un largo viaje con escalas en New York y Roma, el avión de Pan Am con el canciller dominicano aterriza en Israel.

El día 23 de diciembre de 1963, la delegación dominicana llega al aeropuerto de Lod, luego llamado Ben Gurion, cuando el canciller observa por la ventanilla del avión que hay un batallón mixto en la explanada del aeropuerto y le dice a sus acompañantes: “parece que llegará algún presidente a visitar Israel”.

Cuando desciende las escalinatas es recibido al pie de la aeronave por la ministra de Relaciones Exteriores, Golda Meir, y le dice:. “Bienvenido a Eretz Israel, señor presidente”. Donald Reid Cabral sorprendido le aclara a la canciller judía: “Señora Meir, sólo soy el secretario de Relaciones Exteriores”.

Pero lo extraño, es que lo llevan a una tarima frente al batallón mixto y le tributan los honores correspondientes a Jefe de Estado, tocando las notas del himno nacional dominicano.

Reid Cabral no entiende nada. Sus acompañantes: Fabio Herrera, Manuel Viñas Cáceres y Francisco Aguirre, con sus respectivas esposas, no salían del asombro y pensaban que en Israel le brindaban ese trato a todos los ministros que llegaban.

Concluido todo el ceremonial, le vuelve a aclarar a la canciller judía que él solo era el canciller dominicano. La ministra sonríe y le reitera: “No. Usted es el Presidente de la Republica Dominicana”.

La delegación estaba muy agotada por tan largo viaje y en el camino hacia el hotel, Reíd Cabral le comenta a Fabio Herrera: “Qué raro que me hayan confundido con un jefe de Estado, en un país como Israel”. Fabio le respondió: “Quisieron halagarlo canciller”.

El periodista Miguel Guerrero en su obra “El golpe de Estado. Historia del derrocamiento de Juan Bosch”, revela que el día anterior, antes de partir hacia Tel Aviv, Reid Cabral “llamó desde Roma al presidente del Triunvirato para ponerse al día y pedir instrucciones. Emilio de los Santos le dice que nada nuevo hay y le reitera sus deseos de que la misión tenga éxito”.

Lo que no sabía Reid Cabral, ni sus acompañantes, era que apenas horas después de esa conversación telefónica desde Italia, Emilio de los Santos renunciaba como presidente del Triunvirato, por el fusilamiento de Manolo Tavares junto a otros 28 combatientes, en la sección Las Manaclas, San José de las Matas.

Al otro día, recibe una llamada de Ramón Cáceres Troncoso, aún día 23 de diciembre en Santo Domingo, pero día de nochebuena en Israel, quien le comunica la renuncia del presidente De los Santos y que él, Reid Cabral, había sido escogido como presidente del Triunvirato.

Al escuchar esta nueva situación, su visita de dos semanas a Israel se redujo a apenas 24 horas, las cuales aprovechó para ir a Jerusalén y firmar un acuerdo bilateral de ayuda técnica.

Donald Reid Cabral salió canciller de nuestro país y llegó, sin saberlo, siendo presidente de la República Dominicana a Israel.

Listin Diario

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