La única mujer astronauta en activo no quiere inspirar solamente a las niñas (Video)
Laura Zornoza
Estrasburgo (Francia), 16 mar (EFE).- La única mujer astronauta en activo de la Agencia Espacial Europea (ESA) se llama Samantha Cristoforetti y acumula en su trayectoria un sinfín de puestos en los que ha sido pionera: es la primera mujer europea en asumir el cargo de comandante de la Estación Espacial Internacional o en hacer una caminata espacial. Sin embargo, duda cuando se le pregunta cuál es su mensaje a las niñas que quieren ser como ella.
«Siempre tengo dudas con estas recomendaciones a las niñas porque me parece que suena como si las niñas necesitaran consejos especiales, o como si tuvieran obstáculos o dificultades especiales. Los niños y niñas son todos seres humanos jóvenes y para todos, si les interesa el espacio, el camino es el mismo», asegura Cristoforetti.
«Busca una carrera que encaje y te permita trabajar en la industria espacial: están las obvias, como física, ingenierías o cualquier carrera STEM, pero cada vez tenemos más colegas que vienen del sector de las humanidades. Ese es mi consejo», asegura sonriente vestida con su uniforme azul en el que sobresale una bandera italiana en el brazo y el logo de la ESA junto a su nombre en el pecho.
La italiana, en Estrasburgo (Francia) para participar en una ceremonia en el Parlamento Europeo por el Día de la Mujer, habló en una entrevista con varios medios, entre ellos EFE, sobre el «elefante en la habitación» de trabajar con los cosmonautas rusos tras la invasión de Ucrania, la gran cuestión de si hay más vida en el Sistema Solar o si ella será la primera mujer en poner un pie en la Luna.
La agresión del Kremlin a Ucrania comenzó apenas dos meses antes del inicio del último viaje al espacio de Cristoforetti para desarrollar la misión Minerva, en la que entre abril y octubre de 2022 realizó y apoyó más de 35 experimentos europeos e internacionales y en la que se convirtió en la primera mujer europea comandante de la Estación Espacial Internacional (EEI).
«Definitivamente a veces era un poco el elefante en la habitación el hecho de que un conflicto tan dramático estuviera teniendo lugar en el planeta, pero nosotros teníamos una misión que cumplir juntos y, a nivel personal, un fuerte vínculo de amistad», señala la astronauta, que cuenta que todos se centraron «no en las cosas que serían una fuente de conflicto a bordo sino en nuestra misión, objetivos y valores compartidos».
Aunque está segura de que no será la primera mujer en pisar la Luna -«desafortunadamente no será una europea, seguramente será estadounidense»-, le emociona hablar de las misiones actuales y futuras en Marte que buscan rastros biológicos para responder a la gran pregunta de si hay más vida en el Sistema Solar.
«Nuestros amigos robóticos ya están explorando Marte, tendremos un ‘rover’ europeo en un futuro próximo y, quien sabe, tal vez en el futuro también exploradores humanos», recalca Cristoforetti, que ante el pleno arrancó el aplauso de los eurodiputados al pedir ambición para llevar al espacio naves de fabricación europea.
Este logro, dijo, sería «un poderoso símbolo político, estratégico, cultural, psicológico e incluso filosófico, una expresión de la ambición de Europa de hacerse con una posición en el espacio que encaje con su peso político y económico».
Muchas cosas han cambiado para las mujeres en la industria espacial desde que en 1983, en preparación para el primer viaje de una mujer al espacio (la estadounidense Sally Ride), los trabajadores de la NASA le preguntarán si un centenar de tampones serían suficientes para su misión de una semana.
Cristoforetti, a la que la anécdota no le gusta especialmente, advierte del riesgo de que con estas historias se transmita «la impresión de que las mujeres en el espacio son tan raras e inesperadas que surgirían preguntas extrañas como esa».
«A los niños y niñas les diría que el espacio es un lugar de trabajo como cualquier otro y que todos trabajamos juntos», afirma.
Más de un millón de personas en internet la conocen como @AstroSamantha -su nombre en redes como Twitter o Tiktok- donde acumula cientos de miles de visualizaciones o ‘likes’ en vídeos sobre cómo se usa un retrete en el espacio, cómo reciben llamadas de su familia o cómo es tener la regla en órbita.
«Es igual que tenerla en la Tierra», explica en un TikTok desde la Estación Espacial Internacional, con el pelo despeinado por la ausencia de gravedad y la sonrisa que le acompaña en todos los vídeos de su perfil, para una audiencia ante la que se define como «una astronauta de la Agencia Espacial Europea yendo con valentía a donde ningún otro ‘tiktoker’ ha viajado».