La urgente necesidad de solucionar el drenaje pluvial en Santo Domingo

Santo Domingo, 11 diciembre – El reciente episodio de inundaciones en la ciudad de Santo Domingo, derivado de intensas lluvias, ha vuelto a poner sobre la mesa la crítica situación del sistema de drenaje pluvial en la capital dominicana. Con lluvias extremas que superan la capacidad del deficiente sistema de drenaje, las consecuencias se vuelven devastadoras, cobrando vidas y sumiendo a la población en el caos, según destaca este lunes el diario El Caribe.

En noviembre del 2022 y nuevamente en noviembre de este año, el colapso del sistema de drenaje frente a fuertes precipitaciones ha provocado el desbordamiento de ríos y avenidas, paralizando el tránsito y causando estragos en la infraestructura urbana. El resultado ha sido trágico, con víctimas mortales y la declaración de días de duelo nacional.

Este escenario, que algunos describen como «un problema invisible», salta a la vista cuando las aguas no encuentran su curso y arrastran todo a su paso. Sin un diagnóstico actualizado sobre las redes de drenaje en el Distrito Nacional, se estima que apenas entre un 25 % y un 35 % de esta zona cuenta con algún sistema de drenaje adecuado.

La falta de soluciones concretas a largo plazo ha sido una constante en gobiernos anteriores, donde proyectos ambiciosos han quedado en el papel sin ejecutarse. Expertos consultados han analizado esta problemática y han planteado sus sugerencias, particularmente luego del anuncio del presidente Luis Abinader sobre la próxima implementación de una solución al drenaje pluvial en el Gran Santo Domingo.

Waldys Taveras, director ejecutivo de la Mancomunidad del Gran Santo Domingo, alerta sobre la alarmante situación, indicando que aproximadamente el 65 % de los sectores del Distrito Nacional carece de sistemas para canalizar sus aguas superficiales. Esta carencia, sumada a la interrupción de drenajes por asentamientos humanos informales y construcciones irregulares, representa un riesgo inminente.

Taveras advierte sobre la posibilidad de inundaciones que podrían traer consigo aguas servidas y fecales en el polígono central, debido a la saturación del subsuelo. Hace hincapié en la necesidad de separar el drenaje pluvial del drenaje sanitario, una situación que, según él, ha generado conflictos con inversionistas inmobiliarios que comercializan propiedades sin servicios disponibles.

Por su parte, Teodoro Tejada, ex presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), responsabiliza a los gobiernos de las últimas cuatro décadas por el abandono del tema del drenaje pluvial a nivel nacional. Sostiene que la falta de una política pública real de mantenimiento de la infraestructura ha llevado al país a un atraso preocupante.

Tejada propone abordar la solución al drenaje pluvial de manera sectorizada y con enfoque inicial en el Distrito Nacional. Hace referencia al sistema de drenaje construido por la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) en 2009 y sugiere retomar y completar trabajos de interconexión para resolver problemas de inundación en áreas específicas.

El urbanista Marcos Barinas coincide en la urgencia de la situación, argumentando que se han elaborado múltiples planes y proyectos para abordar estas problemáticas, pero que la falta de acción por parte de las autoridades ha sido evidente.

Barinas hace énfasis en la necesidad de tomar decisiones políticas firmes para implementar soluciones a largo plazo, reconociendo que resolver el drenaje pluvial será un proceso complejo, costoso y urgente. Propone utilizar los estudios y proyectos ya existentes para identificar las soluciones más viables.

El drenaje pluvial en Santo Domingo se realiza a través de sistemas de alcantarillado, imbornales y embalses receptores que en la actualidad enfrentan problemas derivados del mal uso, como el vertido indiscriminado de aguas residuales a los sistemas pluviales y la acumulación de basura en las calles que termina obstruyendo los conductos.

La necesidad de una solución efectiva y sostenible para el drenaje pluvial en la capital dominicana es innegable. Las voces expertas coinciden en la urgencia de abordar esta problemática de manera integral y con acciones concretas que involucren tanto a las autoridades como a la sociedad en su conjunto para evitar futuras tragedias.

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