Las medidas no deben afectar producción nacional

Ramón Núñez Ramírez

Las medidas no deben afectar producción nacional. El presidente Luis Abinader ha enfrentado con éxito la combinación de la pandemia con la crisis económica; pero ahora enfrenta niveles de inflación no vistos en 15 años y a ello se agrega una nueva oleada de alzas por la invasión de Rusia a Ucrania, para las cuales el mandatario ha anunciado una serie de medidas dirigidas a mitigar el impacto en los sectores más vulnerables, sin embargo hay que tener cuidado de que ciertas medidas afecten el aparato productivo nacional en un momento donde el imperativo debe ser producir más y contar con excedentes para las exportaciones.

En su alocución de esta semana el Presidente reiteró medidas que había anunciado en otro discurso, pero entre las nuevas esta la decisión de subsidiar los combustibles partiendo de congelar los precios al 5 de marzo (RD$296.70 la gasolina premiun, RD$277.90 la regular y RD$223.60 el gasoil regular para solo citar tres) mientras el barril de petróleo West Texas, el crudo de referencia para el país, se mueva en la franja entre US$85 y US$115 el barril y para precios mayores a US$115 será traspasado a los precios internos, excluyendo el advalorem por un 16 por ciento.

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Parecería razonable pero resulta que ya el WTI se encuentra por encima de los US$125/barril, de cualquier forma es una vía de mitigar el alza petrolera, pero de prolongarse la guerra y seguir la escalada en los precios obviamente el Gobierno deberá modificar los topes establecidos.

En un momento de emergencia local el Gobierno no debe detenerse ante la necesidad de establecer nuevos subsidios, aunque el costo sea reestructurar el presupuesto o incrementar el déficit y el endeudamiento para evitar un aumento de la pobreza.

Ahora bien, hay medidas, como la contemplada en el punto #3 de la exposición del presidente Abinader, de enviar de urgencia al Congreso Nacional un proyecto de ley transitorio para reducir a 0% los aranceles de una serie de productos, lo cual, de aprobarse, tendría repercusiones negativas sobre la industria y la agropecuaria.

Un 0% de arancel para el aceite refinado, mantequilla, margarina, grasas comestibles y pastas que son producidos localmente probablemente beneficiaria momentáneamente al consumidor pero a mediano plazo representaría una caída de las ventas de esos sectores que dijeron presente durante la pandemia, cuando el país necesitó de esos productos.

Pero más fuerte es establecer 0% de arancel a las importaciones de ajo, habichuela, pollo, carne de cerdo y de res, por ejemplo un pollo o un cerdo importado de Estados Unidos a más bajo precio y arancel cero, beneficiaria momentáneamente al consumidor pero provocaría un colapso de algunos productores.

Está bien arancel cero a lo que no se produce aquí, como el bacalao, arenque, enlatados de pescado, pero si se quiere mitigar el golpe de los precios en los de menos ingresos, sin afectar el aparato productivo, la mejor vía es aplicar ese arancel cero a los insumos de esas industrias y de los productores agropecuarios.

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