Las pensiones, una de las grandes batallas electorales de duelo Macron-Le Pen

París, 12 abr (EFE).- La reforma de las pensiones, sobre todo el retraso de la edad de jubilación, se ha convertido este martes en una de las grandes batallas electorales en el duelo por la presidencia de Francia entre el actual jefe de Estado, Emmanuel Macron, y la líder de la extrema derecha Marine Le Pen que se decidirá el próximo día 24.

Una batalla que ha tenido como primer capítulo el mensaje del actual presidente de que está dispuesto a modificar, en busca de un mayor consenso, la reforma que había prometido para subir la jubilación voluntaria de los 62 años actuales a 65 en el horizonte de 2030.

Un mensaje que se ha entendido como un intento de captar electores de los que no le votaron en la primera vuelta el pasado domingo, y sobre todo los del líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, que quedó descalificado al terminar en tercer lugar con el 21,95 % de los votos.

El candidato liberal Macron lo ha repetido este martes en la ciudad de Mulhouse (donde ganó Mélenchon) tras sugerirlo el lunes durante su primer desplazamiento electoral, en Denain (un feudo de la ultraderechista Le Pen).

Pero también ha insistido en que «si no se retrasa la edad, no se puede financiar» la subida de las pensiones mínimas que ha prometido hasta 1.100 euros mensuales para los que han cubierto el periodo de cotización (ahora están por debajo de los 1.000) y tampoco la indexación de las pensiones con la inflación.

Le Pen ha replicado afirmando que no tiene «ninguna confianza» en Macron «y todavía menos a diez días de la segunda vuelta» electoral. A su juicio, si Macron volviese a ganar llevaría hasta el final su «obsesión» de la jubilación a los 65 años y ahora en realidad intenta una «maniobra» para «tratar de recuperar o al menos atenuar la oposición de los electores de izquierda».

«LA MADRE DE TODAS LAS REFORMAS»

La de las pensiones era «la madre de todas las reformas» en el programa electoral que llevó a Macron al Elíseo en 2017, y estaba en fase de concertación cuando a comienzos de 2020 estalló la crisis de la covid, lo que condujo al presidente a dejarla aparcada.

A finales de 2021 indicó que tenía intención de llevarla a cabo si salía elegido para un segundo mandato, pero con un contenido diferente. En concreto, retrasar la edad de jubilación voluntaria de los 62 a los 65 años por razones financieras.

La primera generación a la que se aplicaría plenamente sería la nacida en 1969. La jubilación a los 65 años tendría excepciones para quienes empezaron a trabajar muy pronto, antes de los 20 años, y para quienes ejercen empleos más penosos, como los albañiles, que podrían retirarse antes.

Marine Le Pen prometió durante mucho tiempo volver a bajar la edad mínima de jubilación a los 60 años, pero en su programa electoral para 2022 ha querido ofrecer un perfil de política responsable y se contenta con mantener los 62. Sí que seguiría con los 60 años para quienes empezaron a trabajar antes de los 20 y han cotizado al menos 40 años.

LA BATALLA DE LA SEGUNDA VUELTA

Después de la primera vuelta en que Macron acabó en primer lugar con un 27,84 % de los sufragios, por delante de Le Pen (23,15 %), las encuestas preludian un resultado muy ajustado entre los dos finalistas el 24 de abril, con ventaja para el primero.

Para ganar, su principal reserva de votos está entre quienes se decantaron el pasado domingo por el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, que no ha querido apoyar explícitamente a Macron pero sí que ha pedido a sus electores que en ningún caso voten por Le Pen.

Mélenchon pretendía en su programa rebajar la edad de jubilación voluntaria a 60 años, como estuvo en vigor durante más tres décadas después de que la instaurara en 1982 el presidente socialista François Mitterrand.

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