Las primarias abiertas son cosas del pasado en los partidos políticos dominicanos

Santo Domingo, 14 jun – Los partidos más grandes del país han elegido recientemente a sus presidentes y secretarios generales y seleccionarán en cuatro meses a la mayoría de sus candidatos a los puestos más importantes sin consultar a su militancia mediante primarias. 

El Partido Revolucionario Moderno, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) eligieron a sus máximas autoridades mediante convención de delegados o en el Comité Central. Fuerza del Pueblo hizo lo mismo en el año 2020 en un congreso de dirigentes. 

Esas mismas organizaciones han optado por evitar las primarias para la elección de la mayoría de los candidatos al Congreso y las alcaldías. 

El PLD y FP han anunciado que no harán primarias para determinar a sus candidatos, mientras el PRM indicó que tampoco usará este método para elegir a sus senadores y la mayoría de diputados y alcaldes. 

La politóloga Rosario Espinal explica que este fenómeno se debe a que hubo un proceso de democratización de los partidos que su alta dirigencia ha detenido en los últimos ciclos electorales.

«Al haber un proceso de democratización en el país y en intentos de democratizar los partidos se comenzó a hablar de primarias y se creyó que los partidos se dirigían hacia un modelo de primarias amplio, como el caso de Estados Unidos. Pero, en la realidad, los partidos se echaron para atrás y en la Ley de Partidos del 2018 aprobaron un menú de opciones», sostiene Espinal. 

Está de acuerdo en que restringir el poder de elección de la militancia limitaría las posibilidades de ascenso de dirigentes emergentes porque, «mientras más tú abres más trabajo político tienes que hacer porque tienes un público más grande a quien dirigirte». Por eso considera que los partidos desde hace algún tiempo «le han salido corriendo a las primarias». TE PUEDE INTERESAR

Las razones

Para Espinal la primera razón por la que se evitan las primarias es que son mucho más costosas y complejas. Otro problema fundamental es que los partidos no tienen padrones de su militancia confiables para realizar elecciones cerradas sin desbordarse. 

«Los partidos cada día confían menos en sus mismos padrones, porque los inflan y después tienen mucha gente para decir que son grandes, pero son disfuncionales para poder hacer elecciones democráticas de candidatos», remarca. 

Efectos

De acuerdo al sociólogo Juan Miguel Pérez, quitar el poder de votar por sus candidatos y sus autoridades a los ciudadanos ocasiona que la gente, con una participación que considera ya es marginal, «siga decepcionándose, desertando de la política y centrando su atención hacia otras dimensiones de su vida».

Sin poder económico, el apellido de un dirigente poderoso o el espacio para competir de igual a igual, Pérez entiende que la única forma que le queda a los pobres para acceder al ejercicio político es haciendo uso de capitales ilícitos. «Las estructuras de los partidos ubican candidatos que sean de renombre y que tengan suficiente capital económico para aguantar una campaña política», asegura.

El catedrático visualiza un recrudecimiento del «exclusivismo» de una clase política en la que, a su juicio, se privilegia a un grupo por su poder económico o por herencia. 

«Te vas a encontrar con una cantidad extraordinaria de postulantes y candidatos que llevan los mismos apellidos de los jerarcas de sus partidos. Por ejemplo, en la circunscripción número 1 (del Distrito Nacional) los seis diputados están vinculados familiarmente con jerarcas de sus partidos», afirma. 

Sin elecciones primariasla mayoría de los candidatos serán elegidos por encuestas y convención de delegados. Otro 20 % será elegido al dedo por las cúpulas partidarias por el derecho de reserva.

Fuente Diario Libre

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