Leonel, el gran ganador

 J.C. Malone

Cuando los números hablan, las opiniones sobran, lo que algunos piensen del ex presidente Leonel Fernández es absolutamente irrelevante, porque los números son fríos, y muy elocuentes.

El ganador indiscutible de las elecciones del domingo fue el presidente Luis Abinader, le renovamos el contrato, pero Leonel quedó muy bien parado.

En el 2020, Abinader y su Partido Revolucionario Moderno (PRM) sacaron 1.9 millón, sus aliados aportaron 200 mil, sumando 2.1 millones.

El domingo Luis sacó 2.5 millones, él aumentó 200 mil votos y sus aliados le aportaron 200 mil.

En el 2020 Leonel y la Fuerza del Pueblo (FP) sacaron 233 mil votos, el domingo alcanzaron 1,257,000, aumentaron 1,024,000 en cuatro años. El PRM creció un 10 por ciento, la FP un 500 por ciento.

Leonel drenó al PLD, que pronto puede desaparecer, como el PRD. Si Leonel conquista otros 450 mil votos del PLD, como hizo el PRM con el PRD, sumando aliados, su retorno al poder en cuatro años estaría garantizado.

La FP no perdió senadores, al contrario, por vez primera ganó tres senadurías, Santo Domingo, Omar Fernández, San Juan, Félix Bautista y La Romana Eduardo Espiritusanto, está creciendo.

Los cuatro tránsfugas que ganaron con el PLD y se cambiaron a la FP perdieron su intento reeleccionista en la nueva boleta. Les dedicamos mucho tiempo a los ganadores, olvidando otros actores de la historia.

Los perdedores

En las elecciones del 2020 el PLD sacó 1.3 millones de votos, el domingo 452 mil, perdió 900 mil.

Cuando el candidato peledeísta, Abel Martínez, felicitó al presidente Abinader antes de terminar el conteo, recordé algunos versos de Isabel Pantoja.

Ella dice, en una canción “hoy quiero confesar que estoy algo cansada, de llevar esta estrella que pesa tanto”, Abel “jondió” la estrella amarilla.

En el 2016, Danilo Medina y el PLD sacaron 2.8 millones de votos. En el 2020, Medina impuso a Gonzalo Castillo, dividió el partido, sacó 1.5 millones; perdió 1.3 millones de votos.

El domingo sacó 452 mil votos, perdió dos terceras partes de su última votación. Medina decidirá si tira la toalla ahora, o espera una humillante derrota como la del PRD.

Mis enemigos políticos me acusan de “irreverente” porque sobre simplifico algunas cosas para que se entiendan mejor. Veo a nuestro multimillonario presidente como aquel limpiabotas mexicano representado magistralmente por el inmenso Mario Moreno (Cantinflas), nuestro Charles Chaplin latinoamericano.

El bolero de Raquel

Antes de ser presidente, Abinader aseguró que no se reelegiría, el poder lo hizo reelegirse, y repitió la misma promesa, algunos le creen, hay libertad de creencias.

La prioridad de Abinader será escoger un sucesor que defienda sus espaldas. Debe mirarse en el espejo de Medina, quien cometió tantas diabluras que, buscando protección, impuso un candidato, dividiendo el PLD.

El PRM corre el mismo peligro si Abinader repite los errores de Medina, sus dos opciones más seguras podrían producir la división.

Abinader es nuestro primer presidente multimillonario, dona su sueldo mensual, si voluntariamente se retira, ese será su segundo legado, le tentará alcanzar el tercero: Abrirle las puertas a nuestra primera presidenta.

En la película Cantinflas, como limpiabotas, baila el Bolero de Maurice Ravel con una hermosa ballerina, pero termina con Raquel, la maestra de quien aprendió tantas cosas.

Abinader quizá escogerá entre la primera dama, Raquel Arbaje, y la vicepresidenta, Raquel Peña, con cualquiera de las dos, el PRM puede dividirse. En los próximos cuatro años, específicamente los últimos dos, Abinader se las pasará bailando ese “Bolero de Raquel”. 

Listín Diario

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