Leonel Fernández: con un pie en el Palacio Nacional
Connotados empresarios me han expresado el meteórico ascenso en las encuestas del tres veces ex presidente de la República, el doctor Leonel Fernández. Sorprendidos estos amigos, ya que no se explican cómo en tan poco tiempo el presidente Fernández exhibe una clara fortaleza para erigirse como el candidato de la oposición a salir seleccionado en el balotaje, que se celebrará en mayo del año 2024.
Leonel Fernández es el más completo de los políticos actuales, el más experimentado, el más relacionado, ¿y, por qué no decirlo? el más capacitado. Es precisamente por ello que los ciudadanos, que no son tontos, desean que unas manos expertas se queden administrando el país a partir de la salida del gobierno de emergencia que regenta el presidente Luis Abinader al cumplirse su mandato constitucional.
El Gobierno del Cambio ha jugado su papel, y el mandatario, siendo sincero, ha hecho lo que ha podido, porque las condiciones tan adversas con las que le ha tocado dirigir los destinos nacionales nos hacen ser indulgentes y entender que, para no haber sido nunca funcionario público, bien lo ha hecho.
Pero para mala suerte de los perremeístas, las principales promesas de campaña no se han podido hacer realidad, porque el costo de la vida se ha duplicado y eso será telúrico en su contra electoralmente, para esa franquicia que por demás se encuentra en una gravísima situación interna, puesto que le plantarán cara a la reelección otros dirigentes de esa organización, sobre todo el doctor Guido Gómez Mazara que se ha encaminado como el nuevo líder de las bases perremeístas.
A Leonel Fernández le ha acompañado la suerte en varias ocasiones, pero su forma de ser lo ha ayudado a lograr en esta su cuarta vez el favor de las mayorías nacionales.
A continuación les describo cuáles son las condiciones y las virtudes que lo bautizarán como el próximo presidente de la República para el periodo 2024-2028, veamos:
- El mundo está en crisis, nuestro país también lo está, cuando llegan esas particulares circunstancias, lo natural es que los electorados apuesten por quién tenga mayor experiencia para ponerlo al frente de la cosa pública, quién tiene mayor expertiz, es Leonel Fernández;
- Quién tiene las mayores relaciones internacionales, para buscar alternativas viables en medio de megacrisis, a los fines de buscar fórmulas para atenuar los efectos tan devastadores que está dejando como secuela la pandemia, y la guerra entre Rusia y Ucrania, el expresidente Fernández;
- Quién goza de la credibilidad de los actores sociales fundamentales y de los poderes fácticos, para articular un plan eficiente que pueda sacarnos como nación, en el más breve término de esta vicisitud histórica, la más difícil coyuntura económica de los últimos 70 años, al criterio de la CEPAL, el líder de los pueblistas;
- Quién representa el fenotipo de los dominicanos y más en esta oportunidad, Leonel, pues somos mayoritariamente una nación de mulatos, mestizos y negros, los de tez blanca son una minoría que no representa étnicamente al 90% de esta población, con él se acabaría el segregacionismo existente en los cargos oficiales, son contados los casos en la actualidad en que un mulato o negro pueda tener una posición importante en el tren gubernamental, eso se acabará con la llegada de Leonel al Palacio Nacional;
- Con Leonel no tendremos la macroinfluencia que en todos los estamentos del Estado tienen hoy los sectores empresariales, que afectan sensiblemente el interés popular, hay que gobernar tomando en cuenta la importancia y el empuje que tiene el sector privado, pero las acciones oficiales siempre deben estar en consonancia con la voluntad de la mayoría, del pueblo humilde y trabajador que es quien con su voto instala los gobierno para que los represente;
- Si hay un sector que se encuentra desde hace un buen tiempo en sus horas bajas es precisamente la clase política, que se encuentra mayoritariamente fuera de los espacios de poder, que está siendo ocupado por los oportunistas, los representantes de la sociedad civil, los inversionistas electorales y ahora los llamados popis, como bien los tipifica el doctor Gómez Mazara como popicracia, que es el gobierno de blancos, egresados de prestigiosas universidades, acicalados y pertenecientes en sus mayoría de familias acomodadas, hago anotación de que existen excepciones, que son puntos luminosos dentro del funcionarato público del Gobierno del Cambio, no obstante con Leonel llegarán los políticos con reales vínculos sociales, a servirle a los sectores populares que son quienes de verdad lo conocen, porque son los que se relacionan con ellos;
- Si bien es cierto tenemos vínculos indisolubles con la gran nación del norte, no debemos ser vasallos de su política internacional, estamos en la obligación de tener buenas relaciones con los Estados Unidos, siempre y cuando sean en base de un equilibrio que obedezca al interés estratégico nacional, y no a una política genuflexa que no va con el espíritu de nuestro pueblo ni con la marcada acción proizquierda de los electorados, la pandemia desnudó al capitalismo salvaje, necesitamos un gobierno que responda a un modelo social integrador, inclusivo y abierto al mundo, para que nos libere de la gran crisis en qué nos encontraremos;
- Sé que nuestro país está cambiando, pero nuestra idiosincrasia como pueblo sigue siendo la misma, y nuestros electores siempre hurgan en el pasado con el propósito de encontrar respuestas, de quién debería ser el seleccionado para que nos gobierne, ¡los dominicanos no apostamos a lo desconocido!, es por eso que el doctor Balaguer volvió en el año 1986 al poder, y lo ayudó la innegable estela de obras de infraestructuras realizadas en sus anteriores gestiones, la ejecución de los gobiernos de Leonel es inmensa en todos los sentidos, y esto le está realmente favoreciendo;
- El sistema de doble vuelta garantizará que la oposición vuelva al poder como se ha manifestado electoralmente en todas las últimas elecciones en América, sobre todo en los últimos tres años, donde ninguna candidatura oficialista ha ganado, a excepción con sus particulares tintes de Nicaragua, así pasará aquí, si la oposición se une monolíticamente, ganarán en la primera vuelta, y, si no, habrá segunda vuelta, y el que clasifique en la primera, contara con el voto opositor total para la segunda, Leonel todo lo indica así, clasificaría y ganaría cómodamente en la segunda cita electoral presidencial;
- Leonel lento, pero sostenidamente ha ido convenciendo a sectores, que inclusive le adversaban de la pertinencia de darle una nueva oportunidad, y los está sumando a su favor, a importantes y críticos sectores de la sociedad, que en medio del desconcierto actual y con sus naturales reticencias, preferirán no inventar con un outsider y serán indulgentes con la candidatura del expresidente Fernández.
Leonel es de la vieja escuela, del cumplimiento a la palabra empeñada, por eso una parte importante de los partidos le apoyarán, así como la dirigencia y militancia peledeísta, los balagueristas, y hasta un amplio sector de peñagomistas, porque cuando le ha tocado gobernar les ha dado participación a todos, él sabe que los cargos deben ser ocupados primordialmente por políticos, que son los mejores intermediarios sociales, y son los que con su trabajo construyen el poder, Leonel como nadie, sabe el importante papel que juegan los sectores empresariales para hacer crecer la economía nacional, pero reconoce el interés que tienen de fortalecer sus empresas, no el de representar el interés público en cargos de gobierno.
He aprendido en todos estos años que para convertirse en un candidato presidencial con posibilidades reales de llegar a la mansión de Gazcue, se necesita que esté su nombre en la boca del pueblo, del chiripero, del chofer de carro público, de la simple ama de casa, del estudiante o del trabajador asalariado, en fin, de todos aquellos que pertenecen a los sectores más vulnerables de esta sociedad, que son la mayoría aplastante de electores hacedores de presidentes, y en esas diarias conversaciones está el tres veces presidente Fernández, sabedor el pueblo que de todos los que aspiran a ser inquilinos del Palacio Nacional, es el que tiene las innegables mejores condiciones.
A la dirección del PLD, les aconsejo que con tiempo hábil creen un mecanismo de participación plural, que pueda ser en una especie de primarias de coalición, para que las fuerzas opositoras tengan un candidato de consenso por medio del voto de la militancia y de los ciudadanos que están en la acera del frente al gobierno del buen amigo, el presidente Abinader, porque en su desesperación de volver al poder, de no ser así, las bases peledeístas se irán a cerrar filas con la Fuerza del Pueblo, cuando lo inteligente y estratégico para la franquicia morada es buscar una fórmula que le permita a Leonel ser seleccionado como su candidato, y así evitar una sangría mayor por naturales deserciones de su membresía.
Leonel tiene desde ya un pie en el Palacio Nacional, no lo duden, y salvo un imponderable del destino o la providencia, ganará las próximas elecciones en primera o en segunda vuelta, y será lo mejor que le ocurra al país, porque estoy más que seguro, que él nos sacará de la crisis, le devolverá su papel a la ignorada clase política nuestra, los vientos de la centroizquierda moderada que él representa volverán a aposentarse en el Palacio Nacional, con su proverbial don de gentes y sin sectarismo alguno, retornará Leonel a gobernarnos desde agosto del 2024,¡y, qué bueno sea así!, porque el país acusa producto de la gran crisis un desmejoramiento en el nivel de vida de su población, y la gente se está comenzando a inquietar, ya que la crisis económica trae consigo inseguridad pública, y eso asusta a toda la ciudadanía.
Sabemos que hay críticas saludables sobre errores cometidos en sus gestiones pasadas, lo reconocemos, y sé que Leonel se está reinventado para conectar con una nueva sociedad que exige mayor transparencia, y en el compromiso de hacer un gobierno que no obedezca ciegamente a los dictados de un Comité Político como en anteriores tiempos, la lección está aprendida, Leonel vuelve con los oídos puestos en el corazón del pueblo, a responderle al mismo, al soberano, el que lo instalará con su voto en el Palacio Nacional, ¡para que esté vuelva a prender la máquina del progreso!