Llegó el momento
Ellis Pérez[email protected]
No tengo espacio aquí para referirme a las diferentes ocasiones en que a través de la historia Haití ha pretendido ocupar el territorio de la República Dominicana como si fuera propia, a través de incursiones militares o últimamente a través de una bien calculada invasión pacífica.
A su llegada al poder el PLD se mostró tolerante con la inmigración ilegal, aun a pesar de las advertencias que habían sido hechas por el líder Profesor Juan Bosch.
El terremoto del 2010, abrió una enorme puerta de tolerancia a una inmigración más masiva bajo la premisa de la solidaridad y el aprecio por los derechos humanos.
Faltó la elaboración de un plan para regresar a esos ilegales a su punto de origen en la medida en que los efectos del terremoto se iban subsanando.
Al no concebirse ni realizarse ese tipo de plan, lo que ha habido por un lado, es una acumulación indetenible de esos inmigrantes que al ver que sus problemas se resuelven, por lo menos en parte del otro lado, pues el plan continuo es seguir dirigiéndose a ese lado.
La historia nos indica que el paso del tiempo no trae mejoría al pueblo haitiano, por lo que si no aplicamos nuestras leyes y respetamos nuestro sentido de soberanía como nación la acumulación seguirá hasta que llegue el momento en que los haitianos podrán proclamar. ¡Lo logramos, la isla es una, indivisible y nuestra!
Entiendo que las recientes declaraciones del Subsecretario de Estado, Todd Robinson, en Haití la semana pasada, no fue el resultado de una encomienda que trajera de Washington para producirlas de esa manera, sino, que las produjo espontáneamente contestando preguntas de reporteros.
Estimo que será amonestado, en algún grado por sus jefes, ya que pudo haber dado una respuesta más inteligente, en este caso.
Sus aseveraciones no solo comprometen a su país, sino, que tienen carácter regional, una capacidad que él no está supuesto a ejercer.
Eso ha provocado que el jefe de banda apodado Barbeque sienta que ahora él está en pleno control y sin ningún temor.
El presidente Abinader ha comenzado a actuar en función de sus palabras: “La solución de Haití no está ni estará jamás en la República Dominicana”.
Qué bueno que hemos comenzado a actuar, a cumplir nuestras leyes y a defender nuestro estado de soberanía.
Más tarde, sería muy tarde. Adelante.