Los glaciares, una de las víctimas más obvias y tempranas del cambio climático

En zonas de las montañas alpinas de Europa, los glaciares son lo suficientemente abundantes como para que las estaciones de esquí operen por encima de la nieve y el hielo.

Remontes, complejos turísticos y cabañas salpican el paisaje, y lo han hecho durante décadas. Pero los glaciares también son una de las víctimas más obvias y tempranas del cambio climático causado por el hombre y, a medida que se reducen año tras año, el futuro de los ecosistemas montañosos y de las personas que los disfrutan será completamente diferente.

Los glaciares —siglos de nieve y hielo compactados— están desapareciendo a un ritmo

En el glaciar Freigerferner en Austria, el derretimiento significa que el glaciar se ha dividido en dos y se ha ahuecado a medida que el aire caliente atraviesa su base, exacerbando el deshielo.

El Gaisskarferner, otro glaciar que forma parte de una estación de esquí, sólo está conectado con el resto de la nieve y el hielo por tramos de glaciar que fueron salvados durante el verano con láminas protectoras para protegerlos del sol.

Pero las pérdidas van más allá de una temporada de esquí más corta y de la masa glaciar.

Andrea Fischer, glacióloga de la Academia de Ciencias de Austria, dijo que el ritmo de pérdida de los glaciares puede decirle al mundo más sobre el estado del clima global y cuán urgente es frenar el calentamiento causado por el hombre.

“La pérdida de glaciares no es lo más peligroso del cambio climático”, afirmó Fischer. “Lo más peligroso del cambio climático es el efecto sobre los ecosistemas, sobre los peligros naturales, y esos procesos son mucho más difíciles de ver. Los glaciares simplemente enseñan decirnos cómo ver el cambio climático”.

Desde una posición ventajosa sobre las montañas en una avioneta, el paisaje cambiante es obvio. Los glaciares son notablemente más pequeños y escasos, y en su lugar hay roca desnuda.

Gran parte del deshielo ya está asegurado, de modo que ni siquiera los recortes inmediatos y drásticos de las emisiones que calientan el planeta pueden evitar que los glaciares desaparezcan o se reduzcan en el corto plazo.

Si bien la magnitud del derretimiento de los glaciares puede generar conciencia y preocupación por el clima, “sólo preocuparse no cambia nada”, afirmó Fischer.

En cambio, instó a que la preocupación debería canalizarse hacia “una actitud positiva hacia el diseño de un nuevo futuro”, donde el calentamiento pueda frenarse con éxito para detener los efectos más perjudiciales del cambio climático.

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