Los laureados del Nobel llegan para una semana de eventos y premios en Estocolmo y Oslo
ESTOCOLMO, 7 diciembre. — La semana del Nobel comenzaba en Estocolmo y Oslo, donde los laureados ofrecían conferencias de prensa y charlas antes de recibir los prestigiosos premios.
Estaba previsto que el húngaro László Krasznahorkai, quien ganó el premio de Literatura por sus novelas surrealistas y anárquicas que combinan una visión del mundo sombría con un humor mordaz, diera una conferencia en Estocolmo el domingo en una de sus inusales apariciones públicas.
Cuando los jueces del Nobel anunciaron el premio en octubre, describieron al escritor de 71 años como “un gran escritor épico” cuyo trabajo “se caracteriza por el absurdismo y el exceso grotesco”.
“La obra de Krasznahorkai puede verse como parte de una tradición centroeuropea”, dijo la organización del Premio Nobel. “Características importantes son el pesimismo y el apocalipsis, pero también el humor y la imprevisibilidad”.
El ganador del año pasado fue la autora surcoreana Han Kang. El ganador de 2023 fue el escritor noruego Jon Fosse, cuyo trabajo incluye una épica de siete libros compuesta por una sola oración.
Mientras tanto, el director del Instituto Nobel Noruego, Kristian Harpviken, dijo el sábado que la líder opositora venezolana María Corina Machado, laureada del premio de la Paz, llegaría a Oslo esta semana para recibir su premio en persona.
La opositora de 58 años, quien ganó por su lucha para lograr una transición democrática en la nación sudamericana, ha estado escondida y no se la ha visto en público desde enero.
Harpviken dijo a la emisora pública noruega NRK que se esperaba que Machado recogiera personalmente el premio el miércoles.
“Hablé con la ganadora del premio de la Paz anoche, y ella vendrá a Oslo”, dijo Harpviken, según NRK.
Las ceremonias de entrega de los Nobel se celebran el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel en 1896. La ceremonia de entrega del premio de la paz se realiza en Oslo y las otras ceremonias se llevan a cabo en Estocolmo. AP

