Los migrantes se refugian en una nave y Lukashenko exhibe medidas de «alivio»

Moscú, 19 nov (EFE).- Los migrantes que se concentran en la frontera entre Bielorrusia y Polonia se han alejado del puesto de control Bruzgui-Kuznitsa y refugiado en una nave industrial abierta por el régimen de Alexandr Lukashenko, en lo que el autoritario líder bielorruso considera una medida para «aliviar» la tensión con la Unión Europea.

El mandatario informó hoy a su principal aliado, el líder ruso Vladímir Putin, «de las medidas tomadas para aliviar la crisis y brindar ayuda humanitaria a los migrantes», según el Kremlin.

Según la agencia oficial BELTA, unas 2.000 personas se encuentran en el centro logístico de Bruzgui desde el jueves, cuando el Comité Estatal de Fronteras informó de que «todos los refugiados» del improvisado campamento en el puesto de control se trasladaron allí».

La Policía polaca confirmó hoy que los campamentos cerca de Kuznitsa «están abandonados».

En la nave industrial los migrantes reciben comida caliente, mantas, ropa de abrigo, artículos de primera necesidad y asistencia médica con el apoyo de la Cruz Roja bielorrusa.

¿ALIVIÓ SOLO EN APARIENCIA?

Aunque el régimen bielorruso quiera dar la apariencia de que la tensión ha bajado en la frontera y presta asistencia humanitaria a los migrantes, la Guardia Fronteriza de Polonia continúa informando de intentos de cruces.

El jueves hubo 255 intentos. «Dos grandes grupos trataron de cruzar la frontera por la fuerza: uno estaba formado por 500 y el otro por 50 extranjeros. La gente fue agresiva».

Polonia ha dado cuenta de 6.000 intentos de cruzar ilegalmente a la UE en noviembre, aunque desde principios de año son más de 34.000 como parte de la «guerra híbrida» que, según la UE, libra el régimen de Lukashenko para tratar de desestabilizar al club comunitario con el traslado masivo de migrantes a la frontera comunitaria.

El líder bielorruso admitió hoy a la cadena BBC que es «absolutamente posible» que sus fuerzas hayan «ayudado» a los refugiados a cruzar a Polonia, pero negó que los hayan «invitado» a hacerlo.

«En estas tensiones híbridas (…) se juega bastante con la estrategia de la ‘prueba y el error'», dijo a Efe José María Peredo, catedrático de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea.

«Presiono un poco por aquí y después me retiro; presiono por otro lado y me retiro. Avanzo y me quedo en función de la reacción tanto del rival y de la opinión pública», sostuvo.

En su opinión, en este momento «da la sensación de que la prueba de Lukashenko ha sido errónea», porque se ha encontrado con una «UE cohesionada» y decidida a «impedir la presión».

LA UE SE RESISTE ANTE LAS PRESIONES

Y es que la UE se ha negado a acoger a los migrantes indocumentados, como ha propuesto el mandatario bielorruso a la canciller alemana, Angela Merkel.

Hay cerca de 7.000 migrantes en Bielorrusia que pretenden llegar a la UE, según la Presidencia bielorrusa.

Según la portavoz de Lukashenko, Natalia Eismont, éste ha puesto sobre la mesa que la UE cree un «corredor humanitario» para acoger a los aproximadamente 2.000 migrantes varados, mientras que él procuraría devolver a los restantes 5.000 a sus países de origen.

Unas 431 personas fueron repatriadas ayer a Irak.

Las gestiones de la UE se han centrado sobre todo en cortar los vuelos que transportaban a los migrantes desde Oriente Medio y el Golfo Pérsico a Minsk y en nuevas sanciones.

Aunque los Veintisiete desconocen a Lukashenko como presidente legítimo de Bielorrusia tras las fraudulentas elecciones de 2020 y la represión que siguió a las manifestaciones opositoras, ha habido además esfuerzos diplomáticos en los últimos días para frenar la crisis.

ESFUERZOS DIPLOMÁTICOS

La canciller alemana, Angela Merkel, ha hablado en dos ocasiones con Lukashenko, aunque ello ha suscitado las críticas de Polonia y de otros países.

Le ha insistido sobre todo en la necesidad de que coopere con las agencias de la ONU que atienden a los migrantes y los refugiados y con la Comisión Europea.

También llamó dos veces al presidente ruso, a quien pidió influir sobre el líder bielorruso.

Putin siempre ha insistido en que la UE hable directamente con Minsk, pero ha conversado cuatro veces en dos semanas con Lukashenko sobre la crisis.

Su portavoz, Dmitri Peskov, reconoció hoy que aún no se ha encontrado una vía de solución.

«Yo no tengo tan claro que se haya terminado la presión», señaló a su vez Peredo. «Son muchas las personas que han sido movidas de sitio, que están en condiciones de gran exposición y debilidad y además están ante el invierno», subrayó.

«La posibilidad que veo es que se pueda deteriorar todavía más la situación de los migrantes» y entonces puede haber alguna medida de carácter humanitario, afirmó.

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias