Los números de la Greenberg

Flavio Darío Espinal

Aunque se ha dicho tantas veces, siempre es bueno recordar que las encuestas captan el ánimo y las inclinaciones de los electores en un momento determinado. En el caso de esta primera entrega de la denominada encuesta Greenberg-Diario Libre, realizada por la firma Greenberg Quinlan Rosner con la colaboración de Bully Pulpit Interactive, se trata de una encuesta que nos presenta el estado de las simpatías electorales a seis meses de las elecciones presidenciales, bastante distante del día de las votaciones para llegar a conclusiones definitivas, pero suficientemente cerca para poder identificar algunas realidades y tendencias que podrían marcar el resultado final de las elecciones presidenciales.

La encuesta pone de manifiesto fortalezas y debilidades tanto en el partido de gobierno como en los partidos de oposición. Ambos campos tienen por delante tareas importantes que realizar para lograr que el cuadro electoral se vaya configurando, con el conteo regresivo hacia el 19 de mayo de 2024, de la mejor manera posible a su favor pues de los números que arroja esta encuesta no se puede razonablemente concluir que uno u otro polo electoral tiene todas las de ganar o todas las de perder.

Un enfoque comparativo entre los resultados de esta encuesta y lo que ocurrió en las elecciones presidenciales de 2020 puede arrojar luz para identificar los factores a favor y en contra de cada sector electoral. Un primer hecho notable en esta encuesta es que el presidente Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) no han podido expandir su base de apoyo electoral, lo que, de haberlo logrado, los hubiese colocado en una posición mucho más cómoda de lo que se encuentran en este momento. En el mejor de los casos han preservado la base electoral que lo llevó al poder en el 2020, pero hay números en la encuesta que muestran que dicha base más bien se ha erosionado un poco, lo que plantea como un escenario probable la celebración de una segunda vuelta electoral.

Un factor importante en el triunfo del presidente Abinader en las elecciones de 2020 fue el gran apoyo que recibió en los grandes centros urbanos debido a que las clases medias se volcaron masivamente a su favor. Por ejemplo, en el 2016 el PLD y aliados recibieron el 53.35% de los votos en el Distrito Nacional y el 67.28% en la provincia Santo Domingo contra el 33.93 % y el 34.47% del PRM, respectivamente, mientras que en el 2020 los números dieron completamente la vuelta: el PRM y aliados obtuvieron 52.45%  y  51.73% en dichas demarcaciones contra el 32.68 % y el 35.43 % del PLD y aliados. Una de las grandes sorpresas de la encuesta Greenberg-Diario Libre es que muestra al PRM con solo el 43 % en la zona metropolitana, en tanto que la suma de la Fuerza del Pueblo (FP) y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) alcanza el 50 %.

Este giro en las simpatías electorales en la denominada zona Metro tiene gran importancia pues de los votos que obtuvo el PRM y aliados por encima del PLD y aliados en el 2020 (617,788) alrededor de la mitad provino de las tres principales demarcaciones electorales del país: provincia Santo Domingo, Distrito Nacional y Santiago. La encuesta no dice nada de manera particular sobre Santiago, plaza en la que el PRM alcanzó el 59.09 %, pero sí dice que en la zona norte el PRM cuenta con un 44 % de simpatía electoral, mientras que la combinación del PLD y la FP llega al 53 %. Estas dos grandes áreas electorales -Metro y Norte- tienen, por mucho, la mayor cantidad de electores, por lo que puede decirse que serán cruciales para definir la candidatura triunfadora. En las zonas Este y Central el PRM tiene una ventaja holgada frente al PLD y a la FP (en ambas alcanza el 65 %), pero estas son menos pobladas que las zonas Metro y Norte.

En lo que respecta a la oposición, el mayor problema que muestra la encuesta para este polo electoral es que ninguno de los dos candidatos (Leonel Fernández de la FP y Abel Martínez del PLD) llega todavía al 30% ni en el escenario «todos los dominicanos» ni en el escenario «votantes probables». Esto explica que si bien el presidente Abinader no se proyecta con un triunfo seguro en primera vuelta sí aparece con una cómoda ventaja en segunda vuelta contra cualquiera de estos dos candidatos. No obstante, ese no es el escenario en el que el presidente Abinader y el PRM desean verse pues, como suele decirse, en una segunda vuelta «cualquier cosa puede pasar». La clave estará en si uno de esos dos candidatos de la oposición podrá cerrar la brecha con Abinader en una primera vuelta y si logrará atraer la totalidad de los votos del otro candidato opositor en una segunda vuelta, en cuyo caso se podría proyectar una segunda vuelta mucho más competitiva de lo que aparece en la encuesta Greenberg-Diario Libre.

En todo caso, falta bastante tiempo todavía. Aunque una buena parte de los electores va definiendo con tiempo sus simpatías electorales, en esta ocasión se evidencia una gran fluidez en la competencia electoral. El reto de cada polo electoral consiste en consolidar su base y procurar expandirla lo más posible. Al PRM y aliados les favorece que están compactados alrededor de un líder, mientras que la oposición se presenta dividida, aunque con el propósito, definido de antemano, lo cual es poco usual, de compactarse alrededor de un solo líder si se produce una segunda vuelta electoral. Se trata, sin duda, de una estrategia audaz pero a la vez riesgosa que sólo el tiempo dirá si resultará exitosa o no.

La encuesta pone de manifiesto fortalezas y debilidades tanto en el partido de gobierno como en los partidos de oposición. Ambos campos tienen por delante tareas importantes que realizar para lograr que el cuadro electoral se vaya configurando, con el conteo regresivo hacia el 19 de mayo de 2024, de la mejor manera posible a su favor pues de los números que arroja no se puede concluir que uno u otro tiene todas las de ganar…

Diario Libre

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