Los ucranianos se preparan para defenderse ante la amenaza de una invasión rusa

Kiev, 19 dic (EFE)- «No quiero guerra, no quiero combatir. Soy una civil, pero quiero estar lista en caso de necesidad», declaró a Efe Marta Yuzkiv, una de las muchas voluntarias que se han sumado a las unidades de defensa territorial que se preparan para defender Ucrania ante una eventual invasión rusa.

«Estoy casada, tengo tres hijos, diez gatos, dos perros, gallinas y un jardín», se presenta esta licenciada en medicina de 51 años, durante un breve descanso en los entrenamientos militares que tienen lugar en las afueras de Kiev.

Aunque trabaja para una empresa internacional especializada en investigación clínica, Marta acude todos los sábados a estas prácticas junto a su esposo y su hijo mayor para prepararse para la guerra.

«En la historia de Ucrania tenemos muchos ejemplos en los que las mujeres combatieron junto a los hombres», agrega.

Marta se alistó al 130 Batallón de Defensa Territorial de Kiev en abril, alarmada por los informes de una concentración militar rusa en las fronteras de Ucrania.

Ahora, según funcionarios estadounidenses y ucranianos, Rusia ha vuelto a concentrar hasta 115.000 efectivos que podrían invadir su país en el invierno de 2022.

Estas noticias han impulsado a muchos ucranianos a inscribirse en unidades de defensa territorial.

PROTEGIENDO SU PROPIA CIUDAD

Según el capitán Yuriy Kostenko, jefe de personal del batallón, en las últimas semanas se ha incrementado el número de personas dispuestas a unirse a la defensa territorial.

«Recibo muchas llamadas todos los días. Hay un boom de solicitudes para sumarse a la defensa territorial por parte de empresarios, abogados, empleados públicos», explica a Efe.

Según el militar, «la gente quiere saber qué hacer si comienza una guerra. Les damos la oportunidad de prepararse y adquirir las habilidades necesarias».

Durante el último mes a su batallón se sumaron 20 voluntarios y varias decenas están en proceso de admisión, abierto para hombres y mujeres menores de 60 años.

En Kiev hay seis batallones de defensa territorial, pero a partir de enero próximo se crearán cuatro más.

En total, 80.000 voluntarios a lo largo de todo el país apoyarían al ejército regular en entornos urbanos y suburbanos en caso de guerra.

«Nuestra tarea es patrullar, crear puestos de control y proteger diversos objetivos como oficinas de la administración pública, carreteras, puentes, aeropuertos y estaciones de tren», afirma Kostenko.

El instructor del batallón Sergiy, alias «Trueno», explica a Efe que estas unidades se distinguen de las fuerzas regulares ya que no combaten en la línea del frente.

«Nos quedamos en las ciudades y pueblos en los que vivimos para protegerlos, porque los conocemos bien», afirma.

Según una encuesta publicada este viernes por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, el 50,2 % de los ucranianos está dispuestos a resistir ante una intervención militar rusa en su ciudad, pueblo o aldea.

Un 33,3 % de los encuestados aseveró estar dispuesto a combatir con las armas en la mano.

DE DONETSK OCUPADO A LA DEFENSA DE KIEV

En los ejercicios los voluntarios practican cómo llevar a cabo las patrullas y cómo reaccionar ante una emboscada enemiga.

«También aprendemos medicina táctica, cooperación entre personas en diferentes situaciones: en el bosque, en la ciudad», explica a Efe Danylo, un matemático de 21 años, que porta un rifle neumático.

Según el joven, ha vivido el tercio de su vida en un país en estado de guerra.

«Tengo que estar preparado para defender a mi familia, mi país, mi hogar», dice, y admite que le asusta imaginar que Kiev, su ciudad natal, sea tomada por «personas con armas y banderas rusas».

Dmytro Ternovskyi, por su parte, conoce en carne propia los pesares de una vida bajo la ocupación rusa.

Natural de Donetsk, huyó de la ciudad en 2016, dos años después de que fuera tomada por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por el Kremlin.

«Mi padre sirvió en el ejército soviético y mi madre fue profesora de lengua y literatura rusas, pero me criaron como patriota de Ucrania. Tras la ocupación sufrí mucho y finalmente decidí irme», afirma, al expresar su decisión de enfrentar con las armas a los invasores.

«QUE RUSIA SE LO PIENSE DOS VECES»

«Me parece ilógico iniciar una gran guerra en Europa, sería un gran desastre. Pero quién sabe qué se le puede ocurrir a (el presidente de Rusia, Vladímir) Putin», comenta Marta Yuzkiv, que aunque no tenga la certeza de un ataque ruso, prefiere precaver que tener que lamentar.

«Honestamente, preferiría trabajar en mi jardín en lugar de portar un arma. Pero si empieza la guerra, estaré preparada», asegura.

Y es que, según el capitán Kostenko, «los rusos avanzarán hasta donde se lo permitamos».

«Nuestro objetivo es crear tal resistencia en cada ciudad, en cada región, que les obligue a pensárselo dos veces antes de atacar. Rusia podrá tener suficientes fuerzas para ocupar el territorio de Ucrania, pero no podrá mantener la ocupación», concluyó.

Por Olga Tokariuk

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