Más sobre Tomás
Ellis Pérez
Cuando Tomás Troncoso se unió como comentarista a las transmisiones de los juegos de béisbol que habíamos iniciado en Radio Universal, para seguir las acciones de los peloteros dominicanos en Grandes Ligas, en mayo del 1963, en los primeros días nos dijo que él sufría de algunos problemas del corazón y que estaba seguro de que moriría joven, que no pasaría de los 50 a 60 años. En esa etapa Tomás igual que yo, tenía 27 años.
Presentó a su cardiólogo doctor Fernando Houllemont, quien además era su amigo personal y lo acompañaba con frecuencia.
Al terminar la muy exitosa temporada del 1963, decidí que para la temporada siguiente del 64 fuéramos a transmitir una serie de por los menos tres juegos en vivo, cada mes, directamente desde los estadios en Estados Unidos.
Cuando comenzó el año le confirmé al equipo de transmisión que llevaríamos a cabo ese propósito.
Inmediatamente nos enteramos que Tomás Troncoso le tenía terror a los aviones por lo que casi nunca estaba dispuesto a volar.
La primera transmisión que haríamos seria con los Gigantes de San Francisco visitando a los Mets de Nueva York en el mes de mayo. Así nos asegurábamos de la presencia en uno de los juegos de Juan Marichal.
El doctor Huellemont tuvo que acompañar a Tomás al aeropuerto y brindarle un par de petacazos para que se animara a montarse en el avión.
Cuando comenzó la serie en el Shea Stadium, Tomás se hizo el propósito de entrevistar a la máxima estrella del equipo que era el inmenso centefielder, Willie Mays.
Por más que Tomás trataba de acercársele, Mays rechazaba detenerse y hablar con él.
Tomás, quejoso, le dijo a Marichal: oye Juan, este señor puede ser todo lo famoso que es, pero no tiene que ser tan odioso.
Juan se sonrió y le dijo: no Tomás, él no es odioso para nada, es un alma de Dios, sumamente simple, lo que pasa es que él es extremadamente tímido y por ende huraño, yo hablaré con él.
Efectivamente, Juan le dijo a Willie: Chico (así se llamaban ellos el uno al otro) dale la entrevista a mi amigo de República Dominicana que vino desde allá a transmitir mi juego y a entrevistarte a ti. Tomás quedo muy satisfecho.
Me dice Tommy Troncoso, que su padre siempre quiso entrevistar a Roberto Clemente y nunca lo logró.
¡Personaje inolvidable, Tomás Troncoso!