Melina León contesta una pregunta por cada uno de los 25 años que celebra en la música

Ella no escogió cantar merengue, pero quizás fue el mejor consejo que tuvo entonces para encaminarse a ser la cantante a la que aspiraba desde que, siendo una adolescente, escuchaba e interpretaba las canciones de José José (1948-2019).

Esta historia de éxitos en el género tropical -incluidos los tropiezos- suma 25 años y si algo tuviera que alterar la cantante Melina León de su propia trayectoria sería el tiempo que comprometió en las tarimas, en salones de baile y en escenarios en ciudades latinas de Estados Unidos, porque sin querer se lo restó a su familia, especialmente a su hijo Manuel Felípez Aponte. Ahora que es abuela de Manuel Andrés, fruto de su único hijo, hace lo imposible por estar presente.

Este diario invitó a la artista a responder una pregunta por cada año de sus bodas de plata en la música, las cuales festejará en grande en un concierto el viernes, 12 de mayo, en el Coca-Cola Music Hall, donde se separarán dos áreas para bailar. Las respondió todas, y en varias, la emoción la sorprendió. Fue una reacción tan real como ha procurado ser y que, para ella, es la cualidad que le ha permitido mantenerse cantando, aún con los vaiveneas que han tenido otros estilos musicales fuera de lo urbano.

1. ¿Cómo describes estos 25 años de carrera?

– De muchas vivencias, de todas las vivencias habidas y por haber; he llorado, he sufrido, me he trasnochado, he ganado muchas cosas bonitas, he perdido muchas cosas, pero han sido de bendición, porque hoy en día me disfruto lo que hago, cantar es mi vida, no me arrepiento de todo lo que ha pasado porque todo ha tenido motivo.

2. Al mirar atrás, ¿lo hubieras hecho todo igual?

– No, podría haber cambiado un poco el tiempo que perdí; muchas cosas importantes que pude haber evitado, mucho trabajo, trabajaba demasiado y pude a lo mejor quitarle el tiempo a mi hijo. Eso creo que me arrepiento, el quitarle el tiempo a mi hijo (se emociona).

3. ¿Qué significa la música en tu vida?

– Desde muy pequeña ha sido el escape para soñar, para vivir, crear este mundo ideal, crear cosas. Con la música creaba mis videos musicales, hacía mis novelas, era muy inventora y me gustaba crear cosas. De adulta, me hace transportarme, me hace sacar para afuera alguna frustración, algún sentimiento y a la misma vez, me da vida. Todo depende del ritmo de música que sea, pero la música me da vida.

4. ¿Escogiste cantar merengue o te asignaron el género?

– Quería cantar rock, cantar balada pop rock, pero en el momento cuando me firmaron, me dieron un consejo de que grabara tropical, merengue, porque era lo que estaba en el momento y así lo hice.

5. ¿Crees que ahora sería más fácil emprender una carrera en la música?

– Depende. Antes era un poco difícil empezar una carrera si no tenías un sello disquero, porque todo era a base de sellos disqueros. Tuve la oportunidad de tener un sello disquero que me ayudó, porque tenía el potencial económico y mundial de poder mover a un artista, sin tener lo que tenemos ahora, que son las redes y las plataformas digitales. Antes era a pulmón limpio, a trabajar los cedés, hacer video y a viajar el mundo para que nos conocieran. En esta etapa es mucho más fácil para los nuevos talentos que a lo mejor no tienen un baqueo económico, con cualquier plataforma digital pueden llegar al infinito.

6. ¿Qué ha sido lo más duro de ser artista?

– Lo más duro es el tiempo, el tiempo que uno tiene que sacrificar, de hacer sus cosas, de compartir con la familia. Ha habido momentos en mi carrera donde he tenido que faltar a muchos eventos importantes familiares (llora). Pero sí, creo que es el tiempo que uno deja de estar con las personas que ama, y te vas dando cuenta, ahora de adulta, que el tiempo no vuelve, y que el trabajo no lo es todo, que hay que poner un balance y darle prioridad a lo que vale la pena en la vida de uno.

7. En los inicios, ¿a quién consideraste tu mayor competencia?

– Cuando comencé había muchos exponentes de la música de merengue, y en ese momento no estaba pensando en competencia, porque estaba logrando mi sueño, que era grabar. Yo misma adoraba mi música y no tenía celos con ninguna, todas trabajábamos y hacíamos shows alternando, pero la gente alrededor son los que ponen esa competencia. Éramos todas compañeras, pero cuando va pasando el tiempo, se va poniendo fuerte la cosa, y siempre me ponían a competir con Gisselle, con Olga Tañón.

8. ¿Qué figura ha sido tu mayor inspiración?

– De la música, José José. Desde muy pequeña tenía sus canciones; tenía un cassette que tenía los 20 éxitos de José José, además porque mi mamá escuchaba a Camilo Sesto, Danny Rivera, todos esos artistas de esa época y me aprendía todas las canciones que mami escuchaba en casa y cuando podía, le pedía que me comprara las canciones de José José y creo que mi inspiración en la música, no solo en las canciones, sino en el sentimiento, fue él.

9. Dentro del género tropical, ¿cuál crees que es la figura femenina más grande?

– Crecí viendo a Milly (Quezada), Jocelyn (y los Vecinos), y viendo que es una mujer que abrió las puertas al merengue, pero luego de eso, vino Olga (Tañón). Para mí Olga es la primera de todas nosotras que pudo dar ese salto y salir de Puerto Rico y crecer y expandir y darnos la oportunidad de seguir, así que creo que Milly y Olga.

10. ¿Sentiste alguna vez que se te prejuzgó o se te quiso minimizar por ser mujer dentro de la industria musical?

– No creo que se me minimizó, siempre he sido bien fuerte y no dejo que nadie me minimice, pero siempre está esa prioridad para los hombres, o que si eres mujer, no te dan las mismas posiciones en las actividades, antes, ya nadie hace eso. Pero al principio sí, a las mujeres las tenían un poquito más al lado, pero nunca lo sentí en carne propia.

11. ¿Consideras que la industria de la música es machista?

– Yo no he sentido eso. Sí he sentido que antes había muchas personas, con mucho poder en estos sellos disqueros, en estos ambientes, donde si no hacías lo que ellos quisieran, entonces no eras prioridad. Eso sí lo viví.

12. ¿Crees que en tus inicios se te vio más como un sex symbol que como artista?

– No, no creo. Nunca me vieron como un sex symbol. Sí hablaban de mis piernas y decían muchas cosas de mis piernas, pero siempre fue con mucho respeto, porque eso era lo que yo quería, que me respetaran, así que en las tarimas nunca me vestí de una manera provocativa para que el hombre que estuviera mirándome tuviese otros deseos, no. Siempre me vestía apropiada, porque siempre pensaba que el que me va a ver, lo hacía porque voy a cantar e iba a hacer un buen performance, no porque me quiere ligar. Tenía faldas cortas, pero siempre usaba medias, y siempre decía, no quiero que el hombre que esté al lado de su mujer esté diciendo cosas; no, yo quería que las mujeres sintieran que estaba ahí para ellas.

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