Mientras ellos se hacen ricos, tú pierdes el tiempo
Por Anthony Franco Montero
Vivimos en una era donde el entretenimiento se ha convertido en el principal alimento de la mente. Veo a muchas personas reírse y disfrutar “La Casa de Alofoke”, una iniciativa del empresario Santiago Matías, un joven que, aunque muchos no quieran admitirlo, es un visionario e innovador en el uso de las nuevas herramientas de la comunicación.
Admiro profundamente su historia de superación. No proviene de familias adineradas ni de apellidos reconocidos; nació en Capotillo y, con esfuerzo, disciplina y determinación, ha logrado convertirse en uno de los influencers más emblemáticos de República Dominicana, América Latina y el mundo.
Sin embargo, me preocupa cómo la gente —especialmente los jóvenes— se ha dejado cegar por este tipo de contenido. La Casa de Alofoke puede entretener, pero no edifica ni aporta a las nuevas generaciones.
Todos queremos progresar y avanzar, pero ¿cómo podremos hacerlo como nación si la juventud invierte más tiempo en mirar realities que en educarse, aprender idiomas, formarse profesionalmente o leer libros que les ayuden a crecer?
Mientras tanto, los dueños de estas plataformas se hacen millonarios con el tiempo que nosotros invertimos viendo sus programas. No se trata de criticar el éxito ajeno, sino de reflexionar sobre en qué estamos usando nuestro tiempo.
El gran líder John Maxwell dice que “el éxito se mide por la agenda diaria”. Lo que hacemos, vemos y consumimos hoy, determinará lo que seremos mañana.
¿Cómo saldremos de la pobreza si estamos alimentando la mente con basura?
¿Cómo seremos buenos profesionales si no tomamos un libro para leer?
¿Cómo pretendemos alcanzar libertad financiera si seguimos siendo títeres del sistema, que nos distrae mientras otros producen riqueza con nuestra atención?
Me apena y a la vez me indigna ver cómo la conciencia de muchos jóvenes ha sido secuestrada. Veo personas que desean prosperar, pero no quieren disciplinarse. No desean estudiar, ni siquiera aprovechar los cursos gratuitos que ofrece INFOTEP o las miles de oportunidades que hoy caben en la palma de la mano gracias al internet.
Tenemos acceso al conocimiento como nunca antes en la historia. Sin embargo, muchos usan ese privilegio para entretenerse sin propósito.
No podemos seguir siendo parte de una sociedad de distraídos, o como algunos la llaman: la sociedad de los idiotas conectados.
Se necesita una generación de emprendedores, una juventud autodidacta, que utilice el entretenimiento como descanso, pero no como estilo de vida.
El cambio comienza con una decisión: enfocar la mente, administrar el tiempo y alimentar el alma con lo que edifica.
Solo así podremos construir una sociedad más sabia, más productiva y verdaderamente libre.
✍️ Anthony Franco Montero
Abogado, comunicador y autor de “Más Allá del Éxito: Vivir con Propósito, Trascendencia y Legado”

