Monseñor Jesús Castro Marte resalta desafíos y logros de República Dominicana en Día de La Altagracia

Higüey, La Altagracia, 21 de enero. Durante la solemne eucaristía en honor al Día de Nuestra Señora de La Altagracia, el obispo de la Diócesis de Higüey, monseñor Jesús Castro Marte, ofreció un mensaje reflexivo sobre la realidad económica, social y espiritual de República Dominicana.

Con un discurso que abordó desde el crecimiento económico del país hasta los desafíos sociales y la importancia del rol de las mujeres en la sociedad, Castro Marte instó a la acción en diversos frentes.

El evento, celebrado en la Basílica Catedral Nuestra Señora de La Altagracia, contó con la presencia del presidente Luis Abinader, acompañado por la primera dama Raquel Arbaje y la vicepresidenta Raquel Peña, así como de otras autoridades civiles, militares y eclesiásticas. La misa fue un espacio de encuentro espiritual para miles de feligreses que acudieron a venerar a la madre protectora del pueblo dominicano.

En su homilía, monseñor Castro Marte comparó el progreso de República Dominicana con el vuelo de un avión que avanza con estabilidad y calma. “El país camina tranquilo, como un avión donde el piloto ha dicho: ‘Quítense los cinturones’. Eso da mucha paz”, afirmó.

Resaltó además el crecimiento económico del país, señalando que la economía dominicana se encuentra entre las más fortalecidas de América Latina, con un crecimiento del 5%. Este avance, dijo, es un motivo de orgullo y esperanza para todos los dominicanos.

El llamado a enfrentar el caos social

A pesar de los avances económicos, Castro Marte enfatizó la necesidad de abordar problemas sociales que afectan a la juventud y a las comunidades. Señaló que el ruido, el desorden y el consumo desmedido de alcohol son problemas que deben ser atendidos de manera enérgica.

Exhortó a las autoridades a imponer restricciones más estrictas en los horarios para la venta de bebidas alcohólicas y a combatir el tráfico de sustancias prohibidas.

“Muchos jóvenes que pueden ser valiosos se encuentran en centros de bebidas alcohólicas a altas horas de la madrugada. No debe temblarles la mano a las autoridades para poner en orden a aquellos colmadones y vendedores que no cumplen con las disposiciones. El ruido y el caos son ya insoportables”, destacó el obispo, haciendo un llamado a recuperar la tranquilidad en las comunidades.

Otro de los temas centrales del mensaje de Castro Marte fue el reconocimiento del rol esencial de las mujeres en la sociedad dominicana. Lamentó que muchas sean víctimas de ataques injustos y de falta de apoyo, incluso aquellas que desempeñan roles importantes en el ámbito público. “Es triste el poco apoyo que se les da a las servidoras públicas. Muchas mujeres enfrentan desdén y desaprobación simplemente por ejercer liderazgo”, manifestó.

El obispo destacó que las mujeres son el alma de la sociedad y la iglesia dominicanas, desempeñando papeles fundamentales como evangelizadoras, catequistas, madres y líderes.

“Debemos abrirles camino para que emprendan y se desarrollen. Ellas dicen sí a la invitación de Dios y son verdaderas madres en la fe”, afirmó. También señaló que, a pesar de las exigencias del mundo laboral, las mujeres continúan siendo el pilar de sus hogares y dedicando tiempo a sus familias.

Preocupación por los accidentes de tránsito

Otro punto relevante de la homilía fue la preocupación por la alta incidencia de accidentes de tránsito en el país. Castro Marte subrayó que muchos de estos incidentes involucran motocicletas, utilizadas tanto como medio de sustento como en actividades riesgosas, como competencias ilegales.

“Es lamentable que jóvenes participen en competencias de motores que, en ocasiones, implican apuestas de hasta dos millones de pesos. Esto es algo que debe ser atendido con urgencia”, expresó.

El obispo hizo un llamado a las autoridades para buscar soluciones rápidas a esta problemática, ya que las muertes por accidentes de tránsito representan una tragedia diaria en las carreteras dominicanas. Además, reiteró la importancia de combatir el ruido y fortalecer el control de horarios en la venta de alcohol para proteger a la juventud y garantizar la seguridad ciudadana.

Presencia del presidente Abinader y autoridades

El presidente Luis Abinader llegó a la Basílica a las 9:45 de la mañana, recibiendo los honores militares tradicionales, que incluyeron una salva de 21 cañonazos y la interpretación del Himno Nacional por parte del Batallón de Honor de la Guardia Presidencial. Durante la ceremonia, monseñor Castro Marte expresó su gratitud por la presencia del mandatario, así como de la primera dama Raquel Arbaje y la vicepresidenta Raquel Peña.

Entre las figuras presentes también estuvieron el expresidente Hipólito Mejía, ministros como Faride Raful (Interior y Policía) y Carlos Antonio Fernández Onofre (Defensa), y líderes locales como la gobernadora provincial Martina Pepén, el senador Rafael Barón Duluc Rijo (Cholitín) y la alcaldesa de Higüey, Karina Aristy. Comandantes militares de las diferentes ramas de las fuerzas armadas también asistieron, destacando la relevancia del evento para la nación.

El Día de Nuestra Señora de La Altagracia es una de las celebraciones religiosas más importantes en República Dominicana, atrayendo a miles de feligreses a la Basílica de Higüey. La imagen de la Virgen, considerada la protectora espiritual del país, ocupa un lugar central en la devoción popular. Este año, las familias dominicanas acudieron masivamente para participar en la misa y rendir homenaje a la madre espiritual del pueblo.

Al término de la ceremonia, el presidente Abinader, junto a la primera dama y la vicepresidenta, subió al altar para venerar la imagen de la Virgen de La Altagracia. Posteriormente, se dirigió a la sacristía acompañado de las demás autoridades.

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