Movilidad Humana con Derechos

Por: Luis Fernández

La movilidad humana es una realidad global. Desde la Antigüedad, las personas se han desplazado por diferentes motivos de un lugar a otro, sea cual sea la razón estas personas tienen derechos que deben ser protegidos y respetados, lo que implica reconocer que las personas en la mayoría de los casos no migran por elección sino por necesidad y por lograr una vida digna para él y sus familiares.

Durante mucho tiempo la movilidad humana ha sido vista como un problema exclusivo de seguridad, pero desde hace un tiempo se impulsa una idea distinta: la movilidad humana es un derecho no una amenaza, este enfoque de derechos busca que cada uno de los grupos migrantes sea protegido por los estados independientemente de su estado migratorio.

La movilidad humana con derechos se apoya en tres elementos fundamentales. En primer lugar, la dignidad humana, nadie pierde sus derechos por cruzar una frontera. En segundo lugar, corresponsabilidad internacional, la gestión migratoria es obligación de toda la comunidad internacional. Finalmente, la integración y exclusión, ya que los migrantes no son elementos pasivos, son sujetos activos del desarrollo.

Bajo este enfoque de derechos la movilidad humana no es una carga sino es una fuerza transformadora que aporta mano de obra, conocimiento y diversidad cultural, en lugar de limitarla los países deberían canalizarla mediante políticas inclusivas que contribuyan al desarrollo, en vez de políticas de exclusión y miedo que en nada contribuyen a que se vea al ser humano como sujeto de derechos.

El reconocimiento de la movilidad humana como derecho humano universal, es garantizar, proteger y dar trato digno a las personas en situación de movilidad, evitar la discriminación y la violencia, mediante políticas que promuevan la solidaridad, detengan los vacíos de los estados en la protección de los derechos humanos y los retos que enfrenta la gobernanza global.

Para garantizar de manera efectiva el derecho a la movilidad humana es necesario fortalecer la coordinación y promover la articulación entre todos los estados, estableciendo un esquema de cooperación integral, intercambio de información y buenas prácticas hacia una gobernanza migratoria, donde se tomen en cuenta y se respeten las realidades de cada país.

Las dinámicas migratorias han variado significativamente, lo que ha acarreado importantes desafíos que gobiernos y comunidades deben solventar, en las últimas décadas, los Estados han desarrollado mecanismos y medidas vinculadas a regular y gestionar las dinámicas migratorias, algunas de las cuales han estado ligadas al derecho internacional, que reconoce la protección de las personas migrantes.

Muchos de los derechos de migrantes, refugiados, desplazados o confinados son vulnerados en origen, tránsito y destino, aparte de que se exponen a peligrosos riesgos como trata de personas, explotación sexual y laboral, integridad y seguridad personales, discriminación, Xenofobia, dificultades en el acceso a atención humanitaria, medios de vida sustentables, retornos seguros e integración local.

La movilidad humana debe ser un tema de interés para todos ya que todos somos potenciales migrantes, en sociedades con altos niveles de pobreza, desigualdad, y falta de oportunidades, las probabilidades de emigrar estarán siempre presente en los seres humanos, el desafío debe ser organizar la migración, protegerla y aprovechar su potencial social y económico.

En un Informe de la OIM del año 2024 se señala que, “En un mundo que debe enfrentar una gran incertidumbre, comprender la dinámica de la migración es esencial para tomar decisiones informadas y contar con respuestas efectivas en materia de políticas’’, el documento señala las tendencias y los desafíos que van emergiendo, lo que permite avanzar de manera clara en esa necesaria comprensión.

La movilidad humana está directamente vinculada a las oportunidades y a los medios de subsistencia, pero la desinformación y la politización han enturbiado el discurso público, haciendo que los debates sobre políticas migratorias se polaricen y sean muy polémicos, por lo que la opinión pública de los países receptores muy a menudo ven la movilidad humana con aprensión y temor.

La comunidad internacional debe abordar con decisión y libre de todo prejuicio, el tema de la migración con derechos, con una nueva visión que reconozca la movilidad humana como derecho humano universal y con la aplicación de un modelo distinto, basado en su tradición de solidaridad y en su profunda convicción de que la dignidad humana no reconoce fronteras.

Luis Fernández,

político, escritor y comunicador

Santo Domingo R.D.

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