Multitud lincha a presunto cabecilla de banda haitiana tras ser entregado por autoridades dominicanas
Santo Domingo, 31 de diciembre. Las autoridades dominicanas entregaron este lunes al presunto líder de una de las bandas más peligrosas de Haití, Faro Markenson, alias «Comandante Tirad», a la Policía haitiana en el paso fronterizo entre Juana Méndez y Dajabón. Minutos después, el detenido fue linchado y su cuerpo incendiado por una multitud enardecida que se lo arrebató a los agentes haitianos.
Markenson, señalado como cabecilla de un grupo criminal dedicado al asesinato y otros delitos graves en Haití, fue capturado en Santiago por miembros de la Dirección General de Migración y el organismo de inteligencia militar J2. Desde allí, fue trasladado bajo escolta hasta Dajabón, donde se efectuó su entrega al Comisario de la Policía Nacional Haitiana (PNH).
Sin embargo, poco después de cruzar la frontera, una turba en Juana Méndez interceptó a los agentes haitianos que custodiaban a Markenson, lo asesinó y prendió fuego a su cadáver en un acto público de violencia extrema. Testigos informaron que la multitud miraba mientras el cuerpo ardía.
Un caso recurrente
El linchamiento de Markenson no es un incidente aislado. En junio de este año, un miembro de la peligrosa banda haitiana «Los 400 Mawozo», identificado como Sansón Luis, corrió la misma suerte tras ser entregado por autoridades dominicanas en el cruce fronterizo de Jimaní, en la región sur del país.
Sansón Luis había sido capturado por la Policía dominicana en una vivienda improvisada en el sector El Arroyo del distrito municipal Bocha de Cachón, en Jimaní. Al ser entregado a la PNH, fue atacado por una multitud que lo apedreó hasta matarlo.
Posteriormente, su cuerpo también fue incendiado, un acto que refleja el nivel de frustración y enojo de las comunidades haitianas hacia estos grupos criminales.
Haití enfrenta una grave crisis de seguridad debido al auge de las bandas armadas, que han ampliado su control territorial y han sumido al país en un estado de violencia generalizada. Estas bandas son responsables de secuestros, asesinatos, extorsiones y otros delitos que mantienen a la población en un estado de constante temor.
La entrega de delincuentes capturados en territorio dominicano a las autoridades haitianas es un procedimiento regular, pero los linchamientos posteriores han puesto en evidencia la incapacidad de las fuerzas de seguridad de Haití para garantizar el control y la justicia en estos casos. Además, resaltan la tensión social y el descontento de la población, que opta por tomar la justicia en sus propias manos.
