Necesaria reversa a otros impuestos

Alfredo Freites

Ante el comprobado rechazo de la población es sensato que el gobierno retire la intención de imponer nuevos impuestos para agregarlos al proyecto de presupuesto diseñado para el 2024.

Es innecesario exponer el país a una revuelta.

Tenemos la experiencia de los años 80 bajo el perredeísta gobierno de Salvador Jorge Blanco, cuando la violencia callejera y la represión militar bañaron de sangre la historia nacional.

Fueron días de tensión y hasta el gran dirigente José Francisco Peña Gómez expuso su liderazgo para convertirse en el bombero oficial. El actual es otro escenario, pero están pintadas las cosas para que se encrespen los ánimos.

La población no entiende otras razones que las que está viviendo. La carestía en sus dos acepciones golpea a todos los sectores. No hay que detallarlas, están a flor de piel.

En el gobierno también hay divergencias. No existe una línea maestra que una los criterios de los dirigentes que acompañan al presidente Luis Abinader, un dirigente que se muestra accesible, conciliador y flexible. Ya antes ha reversado decisiones, no es fácil porque hay precariedades y son muchos los agujeros que hay en el cielo gubernamental.

El gobierno no será apoyado por la oposición a cargar impuestos. Los podría imponer y desataría la aversión popular. Quizá temiendo eso fue que se nombró a un jefe policial que viene precedido de la fama de duro y que de entrada amenazó con ser proclive a la represión. No es lo mismo hacer juicio sumario, alegar intercambio de disparos o cargar culpabilidades al buen tuntún que enfrentar a la población lanzada a las calles con uniforme de disgusto.

Un baño de sangre sería un atraso, un retroceso a nuestra marcha democrática.

Conozco a los dominicanos. Son pacientes, tolerantes ante los abusos y parecen olvidadizos pero que nadie se fie. En un dos por tres ponen la mesa patas arriba. Que no quieran comprobarlo.

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