«Ojos de fuego», identidad y secretos en la primera novela de Alejandra Jonte

Buenos Aires, 9 may (EFE).- Un relato que ahonda en la búsqueda de la identidad de una joven presa de los secretos, la falsa moral y el fanatismo religioso de su entorno familiar vertebra «Ojos de fuego», el debut como novelista de la abogada argentina Alejandra Jonte, que se sumerge, con la fabricación de ladrillos como poética aliada, en la historia de su pueblo natal para lanzar un canto a la libertad.

«Para construir la historia utilicé la descripción y todo el proceso de la fabricación de los ladrillos, que me parece algo maravilloso, ancestral y mágico. Que de la nada se pueda conseguir construir desde una casa a una cárcel o un palacio», cuenta la autora en una entrevista con Efe en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde firmó ejemplares de su ópera prima.

El libro, publicado por la Editorial Autores de Argentina, está ambientado en el Buenos Aires, sobre todo en el pueblo de San Andrés de Giles -del que es originaria la autora- de la década de 1950. Y relata la historia de Ana, una huérfana que, de la noche a la mañana, deja de estar a cargo de su tío, artesano de ladrillos, para ser adoptada por una ultraconservadora mujer que pasa a llamarla Teresa.

Un retrato de una época que mezcla realidad -como la mención a «unas señoras que andaban con unas libretas negras describiendo pecados por la calle» o el «escándalo» que hubo con una cantante muy famosa de la época que se llamaba Amelita Vargas, recuerda la escritora- con ficción.

«Quise contar historias que quería que no quedaran en el olvido, porque forman parte de la historia y lo que da la identidad al lugar. Retratar un momento dado en la historia del pueblo, en la década del 50, con sus fanatismos religiosos, hablando de los poderosos de los pueblos y sobre todo, a través de la protagonista, la búsqueda de la verdad, del origen, de saber quién es», señala Jonte, de 54 años, que trabaja como abogada y mediadora en la capital argentina, donde reside.

UN «SUEÑO CUMPLIDO» TRAS LA ENFERMEDAD

Según indica, trató de darle a la historia «el color de la época a través de la manera de hablar, a través de la ropa y a través de la radio», un «medio maravilloso y mágico» que cobra protagonismo en el relato.

Lectora empedernida que escribe historias desde su juventud, la autora reconoce que le gustaría dejar en el lector el mensaje de que «la verdad siempre triunfa y que lo más importante es la libertad, de espíritu, de pensamiento y de acción».

En rigor, ya escribió una novela antes que «Ojos de fuego», pero esta es la primera que publica, y que ya se puede adquirir en librerías y en formato digital a través de portales como Amazon o Casa del Libro.

Un logro que no llega por casualidad: «Yo pasé una enfermedad, tuve cáncer, y durante mi tratamiento, que fue muy terrible, darle formato a la publicación del libro, poner todas mis energías ahí, fue el motor. Un objetivo a lo que yo me podía agarrar».

«El día que me dieron el alta del tratamiento y me despeluqué, me saqué la peluca, fui a la editorial y firmé el contrato para poder publicarlo. Tiene tantos significados esta novela para mí que son muchos sueños cumplidos», sentencia.

NUEVA NOVELA EN CAMINO

Tan grata ha sido la experiencia que ya ultima la publicación, previsiblemente este mismo año, de su segunda novela, que se va a llamar «Aura» y también estará ambientada en San Andrés de Giles.

Esta vez en la década de 1940. Y será «un poco más romántica y un poco más política», adelanta.

En esta ocasión posará la mirada en la fábrica de alfombras que funcionó durante años en el pueblo. «Arranco por ahí, que es un universo maravilloso», concluye.

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