Pionyang mantiene planes armamentísticos con su noveno lanzamiento de 2022
Seúl, 5 mar (EFE).- Corea del Norte lanzó hoy otro misil balístico, apenas cuatro días antes de las elecciones presidenciales en el Sur, y parece insistir en los planes para desarrollar nuevo armamento que acordó en el último congreso del partido único, lo que hace temer también por la posibilidad de que realice pronto un test nuclear.
«Nuestro ejército detectó un proyectil que se cree que es un misil balístico lanzado al mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) desde el entorno de Sunan hacia las 8.48 (23.48 GMT del viernes)», reza el comunicado enviado por el Estado Mayor Conjunto (JCS) a periodistas.
Sunan es el distrito de Pionyang que alberga el aeropuerto internacional de la urbe y es el lugar desde el cual el régimen lanzó otro misil balístico hace menos de una semana.
«Se calcula que el rango de vuelo del misil balístico lanzado en esta ocasión ha sido de unos 270 kilómetros con una altitud máxima de unos 560 kilómetros, y los responsables de inteligencia de la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) y EE.UU. están analizando minuciosamente las especificaciones detalladas», añade el texto.
El Gobierno japonés dijo por su parte que cree también que lo lanzado hoy es un misil balístico, al igual que la semana pasada, y que el proyectil parece haber caído fuera de la Zona Económica Exclusiva (EEZ) nipona.
CARACTERÍSTICAS SIMILARES
Las características de vuelo son muy similares a las de la prueba del domingo anterior, que el régimen aseguró haber realizado en el marco del desarrollo de un satélite de reconocimiento, y parecen corresponder a un misil balístico de alcance intermedio (IRBM) lanzado en un ángulo muy abierto para trazar una parábola muy pronunciada.
Con este lanzamiento son ya nueve, una cifra récord, los ensayos de este tipo realizados este año por el régimen norcoreano, que ha dicho estar impulsando el desarrollo de una serie de armas acordado en el último congreso del Partido de los Trabajadores.
Además del mencionado satélite, el cónclave del partido único norcoreano celebrado en enero de 2021 instó a desarrollar también misiles balísticos de mayor alcance que funcionen con combustible sólido, submarinos de propulsión nuclear, drones más sofisticados o misiles hipersónicos, los cuales el régimen lleva testando desde el año pasado.
La mayoría de expertos considera que esta última retahíla de pruebas realizadas desde enero no busca influenciar a los votantes surcoreanos, que en cuatro días deben elegir al que será su nuevo presidente para los próximos cinco años, sino que está relacionado con los plazos que se ha marcado Pionyang para mejorar su arsenal de acuerdo a lo aprobado en el mencionado congreso.
Eso no evitó que la oficina presidencial en Seúl convocara hoy una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) para analizar el lanzamiento.
Los participantes condenaron «los repetidos lanzamientos sin precedentes de misiles balísticos por parte de Corea del Norte, contrarios a las peticiones de la comunidad internacional en pos de la paz y la estabilidad y que violan resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU», según un comunicado publicado al término de la reunión.
VIGILANCIA DE INSTALACIONES NUCLEARES
A diferencia de sus reuniones más recientes, el NSC advirtió hoy que se van a «vigilar» de cerca las instalaciones armamentísticas norcoreanas, «particularmente Yongbyon y Punggye-ri».
El primero lugar (situado a unos 100 kilómetros al norte de Pionyang) es el principal centro de investigación atómica del régimen e imágenes por satélite recientes refrendan que continúan funcionando las instalaciones de Yongbyon para procesar combustible nuclear y obtener plutonio que puede utilizarse para bombas.
A su vez, Punggye-ri (noreste del país) es el centro de pruebas subterráneas donde Corea del Norte ha realizado sus seis test atómicos hasta la fecha (el último en septiembre de 2017) y el líder Kim Jong-un anunció su clausura después de su primera cumbre con el entonces presidente estadounidense Donald Trump en junio de 2018.
El estancamiento del diálogo con EE.UU., en punto muerto desde 2019, y la proximidad de dos fechas señaladas (15 de abril, cuando se celebra el 110 aniversario del nacimiento del fundador del país, y 10 de mayo, cuando accede al cargo el nuevo presidente sureño) hacen temer que Pionyang decida detonar una bomba atómica por primera vez en un lustro.