Pollos, huevos y etiquetado frontal

Altagracia Paulino

Para suplir la demanda de pollos, que en diciembre se perfila en 21 millones de unidades, hay que acudir a las importaciones, las cuales proceden de Brasil y Estados Unidos.

La información sobre el estado de los pollos debe precisar la fecha de empaque, la situación previa, si fue preparado para exportarlo, cuanto tiempo tenía fuera del refrigerador, y las condiciones de salubridad en la granja donde se produjo.

Esta información debe estar en el idioma local como lo exigen todos los países del mundo, por lo que desde la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (CONFENAGRO), se aboga por una ley de etiquetado que transparente la información de cara al consumidor.

Don Wilfredo Cabrera, presidente de la entidad, retomando el criterio del anterior presidente, Eric Rivero, explicó que CONFENAGRO nunca ha renunciado a la transparencia en las etiquetas de los productos que se importan porque es un requisito que también les piden a ellos en su rol de exportadores locales.

La preocupación por la información de los productos lácteos importados es relevante. Hay muchas trampas en el mercado con alimentos que podrían ser un dolor de cabeza para la salud pública, si se consumen productos cuyo origen se desconoce por no tener una etiqueta con toda la información a que tiene derecho el ciudadano en su relación con el mercado.

Las leches, quesos, yogures, mantequilla deben estar debidamente rotulados con fecha de empaque, de caducidad y el tiempo preferible para su consumo; recordó que la competencia en el campo de los lácteos, aunque admite que ha mejorado un poco, sigue siendo un problema no resuelto.

La información sobre alimentos debe estar expresada en el idioma local, porque como derecho, el consumidor debe estar debidamente informado y es en el rótulo del producto donde debe figurar lo relacionado con el contenido y los valores para lo cual debe consumirse.

En cuanto a la producción y consumo de huevos, Cabrera reveló que para fin de año tendremos una producción de 300 millones de huevos por mes, lo que, según su parecer, abaratará el precio. Actualmente se producen 220 millones de huevos, oferta todavía un poco inferior a la demanda.

El pacto por la seguridad y soberanía alimentaria que habrá de implementarse implicará no solo alimentos seguros, también aprovechamiento de los excedentes y la promoción de la agroindustria con capacidad exportadora.

La producción para suplir la demanda local, y la oportunidad para exportar requiere de una producción responsable que permita alimentos sanos y seguros para satisfacer la demanda y cumplir con las exigencias del mercado internacional donde los consumidores exigen información veraz y verificable.

Se vive el momento en que los consumidores globales demandan más información sobre los productos alimenticios, al figurar la alimentación como el componente fundamental para garantizar la buena salud.

De ahí que muchos países ya tienen legislación sobre el etiquetado frontal, donde debe estar reflejado no solo el contenido del producto, sino los riesgos de algunos aditivos como las sales, azúcares, grasas y otros que pueden afectar la vida de los consumidores.

Información sobre alimentos debe estar expresada en el idioma local

La preocupación por la información de lácteos importados es relevante

Leche, quesos, yogurt… deben llevar fechas de empaque

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