Populismo, polarización y posverdad, los azotes de la democracia mundial

Miami, 14 jun (EFE).- El escritor y periodista venezolano Moisés Naim quiere alertar en su último libro del peligro del «populismo, la polarización y la posverdad», las «tres pes» que socavan la democracia representativa en todo el mundo, para propiciar una reacción defensiva antes de que sea demasiado tarde.

«En 2001 el 49 % de la población mundial vivía bajo regímenes autocráticos. Una década después son el 70 % de la Humanidad», dice Naim en una entrevista con Efe para hablar de «La revancha de los poderosos» (editorial Debate), un libro para «entender cómo se obtiene, se usa, se abusa y se pierde el poder en el siglo XXI», según dice la portada.

Hace diez años, Naim, radicado en los Estados Unidos y hoy en día uno de los columnistas en español más leídos en el mundo, escribió un ensayo (El fin de poder) en el que analizó las fuerzas que contribuían entonces a la debilitación y la fragmentación del poder.

Una década después, la tendencia es la contraria: una concentración del poder por parte de «autócratas disfrazados de demócratas» que de manera sigilosa van minando los contrapesos de la democracia sin que la mayoría de las personas reconozcan lo que está pasando ni las consecuencias que puede tener.

UN CAMBIO INMENSO

En la década transcurrida entre uno y otro libro, «el mundo cambió de una manera inmensa», subraya este pensador que fue ministro de Fomento de Venezuela y director ejecutivo del Banco Mundial, además de dirigir la revista Foreign Policy.

El ascenso de China a potencia económica de primer nivel, la crisis financiera de las hipotecas, el «divorcio» del Reino Unido de la Unión Europea, la emergencia climática con catástrofes naturales cada vez más frecuentes, los avances en genética y biotecnología, la Inteligencia Artificial, la explosión de las redes sociales y la pandemia de la covid-19 están en la lista de los cambios de Naim.

Todo ello acompañado de un debilitamiento de la democracia, «con ataques sistemáticos en todas partes» y el impacto de las tres «pes», que se entrelazan y potencian entre sí de una manera como nunca antes se había visto.

«De las 195 naciones del mundo, solo 34 pueden ser calificadas de democracias liberales y están bajo ataque», subraya tras mencionar que el «divide y vencerás», el antagonismo extremo y la manipulación y la mentira son armas políticas «con pedigrí, que han existido siempre».

Naim reconoce que cuando escribió «El fin del poder» nunca imaginó que las redes sociales llegarían a tener la presencia y la influencia política que han alcanzado.

A ello se suma que hoy no se necesitan ministerios de la propaganda como en la Alemania nazi. No solo el mensaje llega más rápido y a más gente, sino que cualquiera puede ser un difusor de mentiras y tergiversaciones.

LA DEMOCRACIA EN DESVENTAJA

A una pregunta de Efe acerca de si la democracia, al igual que han hecho el populismo, la popularización y la posverdad, no necesitaría actualizarse, Naim responde afirmativamente y habla de «repensar, relanzar, rediseñar y corregir las razones por las que es menos competitiva».

«Es verdad que las democracias liberales compiten en desventaja. Joe Biden (presidente de EEUU) no puede hacer cosas que sí puede Vladimir Putin (presidente de Rusia)», dice.

La «guerra criminal» de Putin contra Ucrania constituye «el despliegue absoluto de la tres pes» a juicio del escritor venezolano, que publicó «La revancha de los poderosos» en inglés -ahora ha salido en español- dos días antes de que Rusia invadiera el territorio de su vecino el 24 de febrero de 2022.

Naim sostiene que el imperio de populismo y sus hermanas, polarización y posverdad, no es fruto de una conspiración global y que no hay un creador o un líder, aunque entre los pioneros menciona al argentino Juan Domingo Perón y más recientemente al italiano Silvio Berlusconi, el venezolano Hugo Chávez y el estadounidense Donald Trump.

En el libro se recalca que el populismo no es una ideología y que por ese motivo hay coincidencias en la manera de gobernar de presidentes políticamente antagónicos como el derechista Jair Bolsonaro de Brasil y el izquierdista Andrés Manuel López Obrador de México.

También hubo coincidencias por ese motivo entre Trump, cuando era presidente de EE.UU. la primera potencia mundial, y Nayib Bukele, presidente de un país pequeño y en desarrollo como El Salvador.

Cuando se le pregunta cómo está parada América Latina en este contexto lo resume así: problemas grandes y líderes pequeños, más unos votantes poco formados políticamente.

A su juicio, Chile que fue un modelo para el mundo en desarrollo con su «milagro económico», tiene la oportunidad con el presidente progresista Gabriel Boric de serlo políticamente, pero lamentó que en el texto de la nueva constitución haya rasgos de «necrofilia política», como llama al recurso a políticas viejas que «han fracasado en todo el mundo».

De Colombia, que se enfrenta a unas elecciones cruciales, señala que el país y sus habitantes «merecen mejores candidatos» que el izquierdista Gustavo Petro y el populista Rodolfo Hernández.

«América Latina tiene un grave problema de liderazgo», sentencia.

Naim no considera que su libro sea pesimista. Cuando a uno le diagnostican que padece un «cáncer», sabe que el problema existe y puede actuar, pero además «la buena noticia» es que ya han surgido «pulsiones» en defensa de la democracia en muchos países.

«Es un campanazo», una alerta, dice de «La revancha de los poderosos».

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