Presencia militar en la frontera sigue en aumento por inestabilidad en Haití, dice el jefe del Ejército

Santo Domingo, 30 oct – Al menos 11 mil efectivos de las Fuerzas Armadas han sido desplegados a lo largo de los casi 400 kilómetros de extensión de la frontera dominico-haitiana como medida de prevención frente a la crisis que afecta Haití, informó el jefe del Ejercito Nacional, mayor general Julio Ernesto Florián Pérez.

El jefe militar, acompañado del comandante del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRONT), general César A. Miranda y de otros mandos militares, recorrió el viernes la zona inspeccionando los puestos de control fronterizo, así como el chequeo impuesto a las estaciones de combustibles para el evitar el trasiego a Haití.

Pese a la tensión en la frontera, el viernes se permitió el mercado binacional en Dajabón en el que participaron cientos de haitianos que cruzaron a reabastecerse de productos esenciales, luego de un cierre que se prolongó por más de una semana debido a la violencia en la vecina Juana Méndez.

Pese a que agencias de prensa internacionales informan de una reducción gradual de la crisis en el vecino Haití donde el viernes se informó que se restablecía el suministro de gasoil a los hospitales, determinadas estaciones de expendio y la industria, la situación en el vecino país seguía siendo tensa por el protagonismo de bandas armadas que imponen su dominio.

La crisis haitiana tiene repercusión en República Dominicana, pues además del incremento de la presencia militar en la frontera y la afectación del intercambio comercial, el presidente Luis Abinader suspendió su viaje a la Cumbre sobre el Cambio Climático en Reino Unido por la situación de inestabilidad en el vecino Estado.

Florián Pérez destacó la presencia de más de 11,000 miembros de las Fuerzas Armadas en la zona fronteriza, diseminados desde Montecristi hasta Pedernales, para garantizar la seguridad y tranquilidad del territorio Nacional. El comandante general del Ejército estuvo acompañado, además, por el Inspector General del Ejército de República Dominicana, general Ángel Camacho, y el comandante general de la Cuarta Brigada de Infantería, coronel Germán Rosario Pérez.

Miles de haitianos compradores y vendedores cruzaron al mercado de Dajabón este viernes para abastecerse de productos comestibles, pese las protestas y disturbios que se han registrado en los últimos días en Haití debido al desabastecimiento de combustibles y a la violencia generada por las pandillas. Los extranjeros llevaron a su país una gran cantidad productos y mercancías en camionetas, carretones, motocicletas de tres gomas y en sus cabezas, lo que provocó un enorme en taponamiento en el paso fronterizo entre Dajabón y Juana Méndez (Haití).

Durante el desarrollo de la actividad comercial se pudo observar una estricta vigilancia por miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), quienes impedían el cruce de dominicanos a la vecina nación.

Habla el primer ministro haitiano

El viernes, el primer ministro de Haití, Ariel Henri, habló al país y condenó la presencia de bandas armadas que controlan grandes áreas del territorio del país y aseguró a los haitianos que el país no se quedaba sin combustible a pesar de la severa escasez que ha frustrado a millones de personas y provocado huelgas recientes.

Es la primera vez que Henry reconoció esos problemas en un discurso público desde el secuestro del 16 de octubre de 17 miembros de un grupo misionero basado en Estados Unidos. Los 16 estadounidenses, un canadiense y su conductor haitiano fueron secuestrados durante un aumento de secuestros por parte de grupos delictivos que la policía batalla para controlar.

“Si no dejan de delinquir, se les aplicará la ley”, dijo Henry en su mensaje. “La única opción para los bandidos y sus patrocinadores si no quieren cambiar de profesión es el encarcelamiento o la muerte”.

El líder de la pandilla 400 Mawozo que secuestró a los misioneros, incluidos cinco menores, dijo que los matará si no cumplen con sus exigencias.  Henry también condenó a quienes ayudan a los criminales al darles armas, municiones y dinero, incluso a “todos aquellos que negocian con ellos para que puedan tomar el poder. Todos son enemigos del pueblo haitiano y los tratamos como enemigos”.

Henry señaló que se convirtió en primer ministro aproximadamente hace tres meses tras el homicidio del 7 de julio del presidente Jovenel Moïse y encontró un “país roto, dividido, con un estado desgastado cuyas instituciones democráticas son deficientes.

“La nación vive bajo el pulgar de los bandidos. Los ciudadanos no pueden salir de la capital para ir al sur. La situación económica es funesta. La inflación y el alto costo de vida mantienen control sobre la vida nacional. El déficit presupuestario ha llegado a un nivel sin precedentes y el gourde (moneda) sigue devaluándose drásticamente ante el dólar estadounidense”, declaró.

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