Realizan un simulacro sobre la extradición del expresidente hondureño a EE.UU.

Tegucigalpa, 20 abr (EFE).- La Policía Nacional de Honduras realizó este miércoles un simulacro sobre la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022) a EE.UU., que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas.

El simulacro fue parte de la «Operación Liberación», dijo a los periodistas la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, quien no precisó cuándo será extraditado el exmandatario, por razones de seguridad.

La semana pasada, el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, indicó que el exgobernante será extraditado entre este miércoles y el viernes.

Villanueva señaló que la Policía Nacional está cumpliendo con los protocolos que se requieren cuando se trata de una extradición y que «todo está llevándose en regla».

Agregó que no se pueden brindar detalles sobre el momento de la extradición para que «la operación sea un éxito».

En el simulacro fueron utilizados dos helicópteros de la Policía Nacional, de los que uno aterrizó en los predios de la unidad especial de la Policía Nacional en Tegucigalpa, donde permanece recluido Hernández desde que fue capturado en su residencia, el 15 de febrero.

AGENTES DE LA DEA PARTICIPAN EN LA OPERACIÓN

La movilización de los helicópteros y patrullas de la Policía Nacional y autos negros blindados, hizo suponer a muchos hondureños que la extradición se estaba llevando a cabo.

En el helipuerto de la Policía Nacional también participó una camioneta blanca, de la que fue bajado un hombre escoltado por miembros de la seguridad que lo subieron al helicóptero, el que despegó como si llevara al expresidente.

Al mismo tiempo, dos caravanas de vehículos de la Policía Nacional, por distintas rutas, se dirigían hacia la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, donde se presume que Hernández será entregado el día de su extradición, que podría ser este jueves, según indicó el miércoles a Efe una fuente cercana a la Secretaría de Seguridad.

En la operación para extraditar a Hernández también participan integrantes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés).

El 8 de abril, la Sala Constitucional del Supremo ratificó la extradición de Hernández, que el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), compuesto por 15 magistrados, había confirmado el 28 de marzo.

El primer cargo contra Hernández que le imputa Estados Unidos es «conspiración para importar una sustancia controlada» a ese país, con el «conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente» a territorio estadounidense, «a aguas a una distancia de 12 millas de la costa de los Estados Unidos».

Además, se le acusa de «fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en Estados Unidos».

El segundo cargo, es por «usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos».

El cargo tres se refiere a una «conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos», según la acusación de Estados Unidos.

La Embajada de EE.UU. informó el 15 de febrero que el expresidente hondureño «participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares».

«En total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos», añade la acusación de Estados Unidos.

La extradición de Hernández fue autorizada el 16 de marzo por un juez natural designado por el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras, lo que fue apelado por la defensa del exgobernante.

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