Reingeniería para democracia defectuosa

GUILLERMO CARAM

The Economist” acaba de publicar el “Indice sobre la democracia en el mundo” calificándonos como nación con democracia defectuosa. Independiente de los criterios que llevaron a esta calificación, los siguientes ejemplos lo ilustran.

Sobrecargamos al CES con expedientes que van desde fideicomiso CTPC hasta reforma constitucional. Desde su convocatoria para discutir 12 reformas para modernizarnos institucionalmente en agosto/21, solo avanzan la mitad en seis meses.

La crispación política, contrario al clima de concertación observado a inicios de gobierno, junto a tendencia de vivir reformando lo reformado-constitución, electorales, policial, etc,-cuestiona si habrá madurez, capacidad y vocación despojada de intereses particulares para discusiones fecundas en CES y Congreso.

Burocráticamente se distorsionan leyes, estableciendo y distribuyendo tributos no consignados legalmente, como en combustibles, magnificando inflación que importamos por incremento de precios petroleros.
Los servicios financieros contrajeron su PBI.2021 a pesar de proporcionársele abundantes recursos.

La agropecuaria sigue rezagada en crecimiento PBI, 2.3% agropecuario vs12.1%total- y absorbiendo solo 3.4% de préstamos-no obstante sus aportes: producción de alimentos, empleo rural y equilibrio demoterritorial.

INESPRE acude a consumidores mediante operativos focalizados, asistemáticos, de comercialización; sin acudir a productores que pierden productos por falta de infraestructura vial y redes de almacenamiento. Piérdese tiempo discutiendo menudencias burocráticas, “colando mosquitos y tragando camellos” -si programa de medicamentos costosos debe depender o no del MSP- en lugar de cumplir mandato legal de reorganizar integralmente administración publica. Prevalece confusión entre roles de Cámara de Cuentas como órgano de auditorías posterior al gasto vs. la previa competencia de CGR.


JCE discute con partidos receptores de recursos públicos, planes y reformas, cuando ellos no han cumplido mandatos de sus leyes reformadas.

Las alcaldías, llamadas a facilitar circulación de peatones por aceras que le construyeron, sobresee este compromiso por imponer tributos a quienes las invadieron. El Presidente supervisa asfaltado de calles junto al Ministro llamado a supervisarlo, en lugar supervisar al Ministro para que supervise.

¿Era necesario emitir decreto para ordenar regularización de bancas?
Someter lo anterior a Reingeniería resulta imprescindible para superar nuestra democracia defectuosa.

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