¿Respeto a la propia institucionalidad o complacencia con el poder hegemónico?
Por Pablo Tactuk
En el mundo existen estas dos tendencias: Se manifiestan tanto a nivel internacional como local.
A nivel internacional, la complacencia con el poder hegemónico se llama unipolaridad. En tanto que los que buscan que se respeten sus soberanías y sus instituciones son aquellos que propugnan por un mundo multipolar donde no se imponga la voz del amo y que, por el contrario, prevalezcan los intereses nacionales y los marcos jurídicos e institucionales que los países han adoptado soberanamente.
A nivel nacional, existen fuerzas subyacentes que pugnan en uno u otro sentido, a veces inconscientemente. El ejemplo más claro en República Dominicana es la ley de extinción de dominio. En el Senado de la República se impuso una visión totalmente supeditada a lo que se quería imponer al país desde el poder extranjero. Por el contrario, en la Cámara de Diputados primó la visión de que ese instrumento jurídico tenía que ajustarse a la Constitución de la República y, en general, a ciertos principios tradicionales que constituyen una garantía de seguridad jurídica.
Lo ocurrido es una muestra fehaciente de que tanto los senadores como los diputados han estado inmersos en corrientes mundiales de las que probablemente no tengan conciencia plena, pero que de una u otra manera tienen expresión concreta en los acontecimientos nacionales.