Ronald Acuña Jr.: Su lucha, recuperación y el desafío de reinventarse tras su segunda cirugía de rodilla
NORTH PORT, Florida, 14 de marzo – Cuando Ronald Acuña Jr. se reunió con el personal médico de los Atlanta Braves el pasado 26 de mayo, supo de inmediato que su destino en la temporada 2024 estaba sellado. La noticia de un desgarro completo del ligamento cruzado anterior (LCA) de su rodilla izquierda lo hizo romper en llanto. Sin embargo, unas horas después, en una llamada con su entrenador en Venezuela, Juan Aular, su actitud ya había cambiado por completo.
«Vamos a hacer esto de nuevo. Vamos a volver a ganar el MVP», le dijo Acuña a Aular, según reveló en una entrevista con ESPN Deportes. Su determinación y confianza en superar otro obstáculo físico estremecieron a su mentor.
«Se me puso la piel de gallina», comentó Aular.
Una lesión que lo cambió por completo
Acuña, quien ya había sufrido la misma lesión en su rodilla derecha en 2021, enfrentó con madurez y temple esta segunda rehabilitación. Su entrenador temía que otra ardua recuperación pudiera quebrantar su espíritu competitivo, pero la conversación con el jardinero de los Braves disipó sus dudas.
Sin embargo, el proceso de recuperación ha sido diferente esta vez. Cuando iniciaron los entrenamientos en Venezuela, Aular notó un Acuña más maduro, más enfocado, pero también más reflexivo sobre su estilo de juego. En un primer momento, el estelar pelotero declaró que no volvería a robar bases, pero su entrenador pasó diez semanas convenciéndolo de que no debía llegar a tal extremo.
«Cambiar su estilo de juego es innecesario», le repetía Aular. «Reducir su nivel de intensidad podría ser incluso más peligroso. Solo tiene que elegir mejor sus momentos».
El primer desgarro del LCA ocurrió cuando Acuña chocó contra la valla tratando de atrapar una pelota. La segunda lesión, en cambio, fue producto de una decisión innecesaria de robo de base en la primera entrada de un juego de temporada regular. Acuña intentó forzar una jugada y, al cambiar de dirección bruscamente, terminó desgarrando su rodilla.
«Tiene que aprender a jugar según la situación del partido», explicó Aular. «Esa es la clave para Ronald».
Una nueva mentalidad y la lección de la paciencia
En una entrevista con ESPN Deportes, Acuña explicó que se siente entre un 90 y 95% recuperado, pero ha aprendido una lección valiosa sobre cómo administrar su juego.
«Prefiero robar 30 bases y jugar toda la temporada que intentar robar 70, lesionarme y perderme todo el año», admitió.
Los Braves han sido cuidadosos en la recuperación de su estrella. No han impuesto restricciones artificiales, pero sí han enfatizado la importancia de que Acuña encuentre su punto de equilibrio entre agresividad y control.
«Vamos a asegurarnos de que cuando regrese, esté al 100% y pueda ser él mismo», comentó Alex Anthopoulos, gerente general de los Braves. «Es un tremendo robador de bases, y no vamos a ponerle ningún límite».
Sin embargo, Anthopoulos confesó que aún no ha escuchado de Acuña en persona su intención de ser más cauto en las bases.
«Lo creeré cuando lo vea», dijo con una sonrisa en ESPN Deportes.
El largo camino de la rehabilitación
Acuña ha jugado siete temporadas en las Grandes Ligas, pero solo en dos ha estado completamente sano. En 2019, con apenas 21 años, bateó 41 jonrones, robó 37 bases y terminó quinto en la votación del MVP. En 2023, se convirtió en el único jugador en la historia de la MLB con una temporada de 40 jonrones y 70 bases robadas, ganando el MVP por unanimidad.
Sin embargo, la pregunta que queda es: ¿cómo se verá después de una segunda cirugía mayor de rodilla?
El propio Acuña cree que su combinación de experiencia y buena salud lo harán aún mejor que en 2023, pero sabe que debe ajustar su enfoque.
Los Braves esperan tenerlo de regreso en mayo, completando una rehabilitación de 12 meses, dos más que la primera vez. En su regreso, jugará como jardinero derecho titular sin restricciones y con luz verde en las bases.
«Sabemos que lo mejor que podemos hacer es dejar que juegue su estilo. Pero lo importante es que no pierda lo que lo hace especial», comentó Anthopoulos.
Un regreso sin miedo, pero con inteligencia
En 2022, después de su primera operación, Acuña regresó «aprensivo y tentativo» en el outfield. Su rodilla no tenía la misma fuerza y aún sentía molestias, lo que afectó su rendimiento. En 119 juegos, bateó para un OPS de .764, pegó 15 jonrones y fue atrapado robando 11 veces, la peor marca de la Liga Nacional.
Esta vez, su preparación ha sido diferente. Desde junio hasta septiembre, trabajó en Elite OrthoSport, un centro de entrenamiento en Los Ángeles, bajo la recomendación del cirujano Dr. Neal ElAttrache. Desde noviembre hasta enero, entrenó con Aular en Venezuela, siguiendo un plan de rehabilitación de seis días a la semana, con sesiones de cinco horas diarias.
«Solo descansamos en Navidad y Año Nuevo», reveló Aular.
En enero, Acuña comenzó a sentirse como él mismo otra vez. Ya en los entrenamientos primaverales, ha impresionado con jonrones descomunales en las prácticas de bateo.
«Parece el mismo Ronald de siempre», dijo Michael Harris II, jardinero central de los Braves. «Sigue divirtiéndose, sigue siendo un bobalicón, sigue bateando pelotas por encima del marcador».
Los Braves y su búsqueda de redención
El regreso de Acuña será clave para los Braves, quienes vieron interrumpida su racha de seis títulos divisionales consecutivos en 2024. Con solo 89 victorias, se clasificaron a los playoffs con lo justo.
Ahora, con Juan Soto en los New York Mets y los Philadelphia Phillies aún como una fuerza en la Liga Nacional, los Braves necesitan a su MVP de regreso. Además de Acuña, recuperarán a Spencer Strider, quien se perdió casi toda la temporada por una operación en el codo.
Acuña no jugará en la Liga de la Toronja, pero ya está bateando contra lanzadores de los Braves y pronto comenzará ejercicios de corte. Luego, realizará una asignación de rehabilitación antes de su esperado regreso.
«Cuando te pasa algo así, aprecias más el juego», dijo el manager Brian Snitker. «Te das cuenta de lo bendecido que eres».
Cuando se le preguntó qué aprendió de su segunda lesión, Acuña respondió con una sola palabra: «Paciencia».
«Sé el tipo de jugador que puedo ser», concluyó Acuña. «Todavía no siento que haya llegado a mi mejor momento. Lo más importante es la salud».
Ahora, el mundo del béisbol espera con ansias el renacimiento de Ronald Acuña Jr..