Sale a subasta en Madrid un dibujo inédito de Romero de Torres, preludio de ‘Mira qué bonita era’
Álvaro Vega
Córdoba, 21 abril.- Un dibujo hasta ahora inédito de Julio Romero de Torres ha salido a subasta en la casa Ansorena, de Madrid. Tiene un precio inicial de 5.000 euros. Se trata de un preludio de la obra que lo dio a conocer en 1895 y una de las más reconocidas del pintor cordobés, ‘Mira qué bonita era’.
La principal especialista en Romero de Torres, Mercedes Valverde, ha afirmado a EFE que el interés del dibujo, un grafito y albayalde sobre papel de 43,5 por 28 centímetros, radica en que «el esquema que tiene recuerda mucho al boceto de ‘Mira qué bonita era’”.
Se trata de un lienzo premiado con mención honorífica en la Exposición Nacional de 1895. Su título replica uno de los versos de una soleá que narra el triste acontecimiento popular de la muerte de una muchacha en el barrio de Santa Marina. Así lo recoge la web que tiene dedicada el pintor en Córdoba.
Valverde ha catalogado el dibujo para Ansorena. Sobre é ha destacado que «la disposición de la ventana y la gente asomada, la niña de la trenza» hace que lo considere «un dibujo de las series que hizo preparando ‘Mira qué bonita era’, alrededor de la misma época y con esa misma temática».
El dibujo está fechado en el catálogo de la subasta entre 1894 y 1895. Este último año fue en que se premió el lienzo. La obra está depositada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en el Museo Julio Romero de Torres, en Córdoba.
Fervor por la Semana Santa
El dibujo recoge el fervor del pintor por la Semana Santa cordobesa. Este llegaría a sus máximas cotas en ‘La Saeta’. La investigadora así lo explica sobre la obra expuesta por primera vez en Bilbao en 1918. Ahora está en la Sala de Tesoros de Cajasur, en el Palacio de Viana.
También ve esta temática en ‘La consagración de la copla. Al fondo de la composición se observa a la Virgen de los Dolores, ha resaltado. Este cuadro se encuentra en el Museo del Realismo Español Contemporáneo de Almería por cesión de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino.
El dibujo no solo está firmado por el pintor. Al mismo tiempo lo dedica «a mi querido amigo Villanas (¿?), abogado como hay pocos y literato distinguido, con la admiración de Julio Romero de T». No hay referencia de la persona a la que dedicó el grafito.
La especialista observa entre el dibujo y ‘Mira qué bonita era’ algunas semejanzas. «La relación esquemática de la ventana, la luz que entra, la luz que sale, igual que el dibujo tan bonito que sale en Ansorena», dice. A su juicio es «inédito completamente» y demuestra «el gran dibujante» que era Romero de Torres.
Valverde ha destacado los toques de albayalde. Se trata de un pigmento de carbonato básico del plomo, de color blanco, empleado en pintura. Confiere un acabado blanquecino «tan bonito».
Maestría en el dibujo
«La mayoría de las veces con esa maestría lo hacía a la prima, es decir, directamente sobre el lienzo». Lo subrayado Mercedes Valverde sobre la capacidad del pintor. Afirma que se proyecta en el dibujo de su primera época, alrededor de la veintena de años.
Para Valverde, responsable de los museos municipales cordobeses durante dos décadas, el problema fundamental era la precariedad del dibujo, ya que «se estropea con una gran facilidad».
«El dibujo con cien años ya es una obra de arte», ha aseverado la especialista, a quien le gusta más el boceto de ‘Mira qué bonita era’ que el cuadro terminado, ya que encuentra en él «toda la simbología de la Córdoba decimonónica de visitar a las personas que han muerto».
¿Una segunda mano en el cuadro?
A su parecer, el boceto es «más fresco, más espontáneo, mucho más directo y cercano que el cuadro terminado», que siempre le ha dado la impresión de haber contado con la mano de Enrique, hermano de Julio y también pintor.
Valverde ha recordado que en su momento relacionó el lienzo que lanzó a la fama a Romero de Torres con un cuadro monumental que vio en Puerto Rico llamado ‘El Velorio’, de Francisco Oller y Cestero, y que, en su opinión, seguramente fue visto por Romero de Torres.
Ha explicado que es un lienzo monumental que se encuentra en el Museo de Antropología e Historia de la Universidad de Puerto Rico, en San Juan, fechado hacia 1893, y refleja «la muerte de un niño chiquito y el festín que se organizaba con motivo de su subida al cielo».
Por ese motivo le recuerda a la obra de Romero de Torre, aunque en esta «la simbología es distinta, porque es un luto, una pena, un drama».EFE