Sentir dominicano hoy

Ricky [email protected]

Los dominicanos se niegan a la negociación de la impunidad sencillamente porque no se puede institucionalizar la corrupción.  Los principios no pueden sustituirse por la simulación en la lucha hacia un sistema de derecho.  

La inducción del pasado fue el sometimiento a un proceso de degeneración moral, afectando el activo de una población joven que debe asumir la honestidad como vía de progreso.  El anhelo de los dominicanos hoy es una justicia sin discriminación, que castigue al desvalido igual que al poderoso cuando se infringe la ley.  

La democracia no puede ser un camino expedito para alcanzar el poder con los recursos que le son sustraídos al pueblo, en detrimento de sus necesidades básicas.  El pueblo no ve en los actores del pasado la solución de una crisis que ellos mismos provocaron.  

La clase media debe empoderarse para evitar la sobrecarga de impuestos que solventen un presupuesto que no sea debidamente transparentado en su ejecución.  Enfrentar el déficit fiscal debe comenzar sometiendo a los que no pueden justificar su enriquecimiento. Los dominicanos tenemos la convicción en un credo ético frente a nuestras acciones.  

Mahatma Gandhi combatió con el altruismo y los principios para lograr las reivindicaciones de su pueblo, víctima de injusticias y discriminación.

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