Son los haitianos la solución

Juan Guiliani Cury

Muchas gentes opinan en este país que la solución a los graves problemas de estabilidad política y social de Haití pudiera radicar en la comunidad internacional o con la intervención de determinadas potencias, valga decir, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Canadá o la Unión Europea. Desde que se produjo el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio de 2021, los problemas políticos del vecino país tendieron a incrementarse y salirse de control. ¿Porqué?  Moise quien terminaba su mandato en febrero de este año, había presentado como solución a la problemática haitiana, varias reformas a la constitución de 1987 entre la que citamos algunas de las medidas propuestas por el gobernante fallecido:  disolver el Senado haitiano y establecer un sistema parlamentario unicameral; permitir que la diáspora haitiana ejerciera el mismo derecho al voto que sus connacionales en la isla; introducir importantes reformas económicas;  y sociales; quitar el poder y los privilegios de la elite política, sindical  y  empresarial  del país; modernizar el aparato burocrático, entre otros objetivos. El referendo constitucional debería celebrarse el mismo año de las elecciones generales. Las reformas políticas iban a permitir un cambio sustancial en la gobernabilidad del atribulado pueblo haitiano.  Entendía el malogrado presidente, que con el actual modelo político era imposible estabilizar el país. Moise ganó las elecciones del 2016 con el 56% de los votos, en segunda vuelta. El asesinado líder tenía el respaldo de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) para impulsar las reformas constitucionales. Reemplazaba a Michel Martelly (2011-2016) Hasta ahora no se ha determinado la responsabilidad de los autores de la muerte de Jovenel. Solo se sabe de un comando colombiano que supuestamente ejecutó la operación contra el mandatario. Con la muerte de Jovenel Moise, se abrió una caja de pandora para la gobernabilidad de Haití. Ya Haití no goza de la presencia del cuerpo multinacional de Naciones Unidas, Minustah. El país tampoco cuenta con un ejército ni una policía bien equipada para enfrentar el actual clima de violencia que azota esa parte oeste de esta isla. Sólo lo haitianos pueden resolver sus problemas de gobernabilidad. Varios autores de libros como, Philippe Girard, el chileno Pedro Durán de la Fuente y otros tratadistas así concuerdan. En nuestro próximo artículo, comentaremos algo más de la historia convulsa de Haití.

Publicado originalmente en Listín Diario

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