Striptease ciudadano

 Pablo McKinney

Las primarias de los partidos, como las campañas electorales, desnudan las realidades que, con vergonzoso cinismo, los dominicanos nos empecinamos en ocultar: Una democracia tiene la calidad de sus ciudadanos.

El más reciente striptease de nuestra democracia ocurrió la pasada semana, cuando el PLD escogió mediante el método de encuestas abiertas sus candidatos al Congreso en la circunscripción #1 del Distrito Nacional, donde residen los ciudadanos de mayor nivel económico y educativo de todo el país.

Precisamente, fueron esos ciudadanos los que sin presión, “quinientón” ni Pica-pollo, rechazaron la candidatura a diputado de Chanel Rosa Chupany, considerado por casi todos, incluidos sus adversarios políticos, (Luis o Leonel) modelo de buen político y mejor funcionario público; con una vocación de servicio y una entrega a los demás que roza lo enfermizo, lo que demostró como director del Servicio Nacional de Salud durante la pandemia.

Cada sociedad, partido o electorado escoge la forma de expresar su decadencia.

La no elección de Chanel expresa la nuestra. Chanel es un síntoma de la crisis, no solo de la partidocracia en particular, sino de la ciudadanía, del electorado, de los votantes en general.

Revisando el Congreso o las alcaldías, no es difícil confirmar el triunfo voto a voto de “lo peor de cada casa”, con la agravante de que la mayoría de ellos repetirá en el cargo. Solo la DEA evitó la reelección del ya exdiputado Gutiérrez, el más votado del país en 2020.

Congreso y poder municipal muestran unos especímenes de lo mal hecho, que no debe uno mencionar aquí por la ausencia una sentencia definitiva o de un formal sometimiento en nuestra justicia, pero en cada barrio o municipio se conoce la gente. Piense Ud. en el más vulgar “lavador” de activos, narcotraficante, estafador, violador de menores o comprador de niñas, que en su municipio o circunscripción es regidor, alcalde, legislador o aspira a serlo por nuestros partidos mayoritarios, y me dará la razón.

Como en este caso se trató de la primera circunscripción del Distrito, ya no podemos justificar nuestro cambalache ético con el gastado argumento de la pobreza o los bajos niveles de educación, no, Piantini no está en Los Girasoles.

En fin, que te queremos, Chanel, sin excesos nerudianos, pero te queremos, y agradecemos tus patológicos desvelos por servir a los demás, como celebramos el haber tenido un funcionario público de tus calidades éticas y gerenciales. Bendiciones.

Listín Diario

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