Tatis se siente “en la cima del mundo” de vuelta con los Padres

Más de 18 meses después desde que vistió por última vez el uniforme de los Padres, un período de 564 días que incluyó una prueba de dopaje positiva, una suspensión de 80 juegos y un trío de cirugías en el hombro y la muñeca izquierda, Tatis hizo su esperado regreso a la alineación de San Diego el jueves durante el juego contra los D-backs en Chase Field.

O, para escuchar a Tatis decirlo, por primera vez en 564 días, estaba de vuelta en casa. Un niño — El Niño — en un terreno de béisbol, jugando béisbol de nuevo.

“La sensación de que voy a jugar béisbol esta noche”, dijo Tatis, momentos antes de salir al campo para estirarse y tomar practicar bateo, “es como estar en la cima del mundo”.

Tatis se fue de 5-0 a la ofensiva, pero aportó al triunfo 7-5 de los Padres con una gran atrapada corriendo casi hasta la pared en la esquina del jardín derecho, su nueva posición, para robarle un extrabases a Josh Rojas durante la parte baja de la octava entrada. Debió cubrir 83 pies para llegarle a la bola y la probabilidad de completar el engarce al momento de salir la conexión, según Statcast, era de sólo 45%.

Efectivamente, había pasado mucho tiempo desde la última vez que disputó un juego de Grandes Ligas. La suspensión de Tatis se produjo inmediatamente después de una fractura en la muñeca izquierda sufrida en un accidente de motocicleta en diciembre del 2021. La cirugía posterior mantuvo a Tatis fuera durante los primeros cuatro meses de la temporada 2022. Su suspensión significó que se perdería el resto del año.

Entonces, sí, la prolongada ausencia de Tatis fue por su propia culpa. Pero, al hablar con los reporteros por primera vez desde que se reincorporó al equipo el lunes, Tatis dejó en claro su deseo de usar sus errores del pasado para mejorarse: como jugador, como persona, como compañero de equipo.

“Uno aprende de cada situación”, continuó Tatis. “Tratas de sacar lo mejor de cada cosa. Siento que, en esto, definitivamente hicimos eso… Solo soy más maduro. He aprendido cosas diferentes, vengo de una situación realmente mala y siento que lo he superado con las cosas correctas”.

El regreso de Tatis es una gran noticia para los Padres, que han tenido problemas a la ofensiva durante las primeras tres semanas de la temporada. Bateó un absurdo .515/.590/1.212 durante su período de rehabilitación en Triple-A El Paso, terminando de 16-11 con seis jonrones en sus últimos tres juegos.

La noche del jueves, Tatis volvió a estar en lo más alto de la alineación cuando los Padres presentaron al que quizás el cuarteto abridor más temido del deporte: Tatis, su compatriota Juan José Soto, Manny Machado y Xander Bogaerts, en ese orden. Tatis también estaba en su nueva casa a la defensiva. Con la llegada de Bogaerts, el ex torpedero hizo una transición de tiempo completo al jardín derecho.

“Es un nuevo reto”, confesó Tatis. “Definitivamente estoy ansioso por aceptarlo. Me he preparado para ello”.

Cuando Tatis terminó de hablar con los medios, subió los escalones del dugout y se unió a sus compañeros para la práctica previa al juego. Dejó escapar una risa. Bailó un poco. Bateó algunas pelotas hasta los asientos del jardín izquierdo. Cuando terminó su primera ronda de la práctica de bateo, algunos fanáticos de los Padres que habían llegado temprano lo ovacionaron de pie.

No siempre será tan fácil. Tatis era una de las superestrellas más queridas del juego cuando se uniformó por última vez con los Padres. ¿Ahora? Todo es un poco más complicado. En ciertos lugares en la ruta seguramente será abucheado y llamado todo tipo de nombres. Dice que está listo para ello.

“Eso va a llegar”, dijo Tatis. “No puedo hacer nada al respecto. Voy a seguir jugando este juego y disfrutar cada parte de él”

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