TC inaugura IV Jornada Internacional sobre Masculinidad Positiva (Video)
La actividad se realiza en Hato Mayor, con la participación de especialistas nacionales e internacionales
HATO MAYOR, 14 julio – El Tribunal Constitucional (TC) dio inicio a la IV Jornada Internacional sobre Masculinidad Positiva, que una vez más reúne a expertos nacionales e internacionales para analizar esta temática y su importancia en la prevención de la violencia machista e intrafamiliar. En esta ocasión, la actividad está dirigida a la región Este, bajo la coordinación de la Comisión de Igualdad de Género de la alta corte.
Al ofrecer las palabras de apertura, el magistrado Manuel Ulises Bonnelly Vega, integrante de la Comisión de Igualdad de Género del TC, dijo que esta jornada responde a “la necesidad de cooperar mediante acciones formativas para la prevención de la violencia, donde los participantes se capaciten cada día más, sean parte de la solución de este problema y se conviertan a la vez en aliados en la construcción de una cultura de paz que sirva de marco para la unión familiar y la convivencia pacífica entre hombres y mujeres”.
En el acto inaugural también estuvieron presentes las magistradas Alba Luisa Beard Marcos, coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género del TC; María del Carmen Santana de Cabrera y Eunisis Vásquez Acosta, integrantes de esta comisión.
La masculinidad en crisis
La ponencia inaugural, titulada “Hombres por la igualdad de derechos. Propuestas para la unión familiar y convivencia pacífica en el hogar”, estuvo a cargo del antropólogo español Ritxar Bacete González, quien analizo, entre otros aspectos, la crisis que ha supuesto para la identidad masculina el empoderamiento femenino y el cambio significativo en los roles tradicionalmente desempeñados por el hombre.
Mientras la revolución de la igualdad de género ha propiciado la aparición de nuevas formas de masculinidad positiva, “también están emergiendo formas de masculinidad reaccionarias, violentas y resistentes a la igualdad”, sostuvo el conferencista.
“Tenemos un conocimiento muy limitado de cómo estos cambios afectan a las identidades de los hombres, así como los conflictos y la confusión que se está generando en los sistemas familiares y en los ámbitos relacionales, al mismo tiempo que desconocemos el impacto que tienen las resistencias de algunos hombres a la igualdad en las vidas y los procesos de empoderamiento de las mujeres. Hay constancia empírica de que la violencia machista es una de las expresiones más extremas de esas resistencias al cambio, como una forma de mantener los privilegios masculinos por parte algunos hombres”, dijo Bacete.
Afirmó que el machismo no es una construcción ideológica individual, sino que requiere de una aceptación y participación colectiva, al menos de la comunidad de referencia del machista. “La erradicación de las violencias masculinas como fenómeno social solo se logrará cambiando la cultura y los valores dominantes entre los hombres”, manifestó.
En el acto, que se está realizando en la Cooperativa Agropecuaria y de Servicios Múltiples de la Región Este, también estarán exponiendo la directora de Educación del Ministerio de la Mujer, Yildalina Tatem Brache, y la abogada María Corcino.
La Jornada Internacional sobre Masculinidad Positiva va dirigida a la población dominicana, de manera especial a la masculina, con el interés de prevenir todas las manifestaciones de discriminación y violencia intrafamiliar, para que está sea una base en la construcción de una cultura de paz que sirva de marco en la unión familiar y la prevención de todas las formas de violencia intrafamiliar.
La primera estuvo dirigida a instituciones y organizaciones del Distrito Nacional y el gran Santo Domingo, así como a los servidores del TC; la segunda, a los hombres y mujeres de la región norte, mientras que la tercera se concentró en el sur del país.
Se recuerda que el Tribunal Constitucional ha emitido varias sentencias para garantizar la igualdad y la protección de la mujer frente al hombre, entre las que se destaca la TC/0010/12, que admite la retención o incautación del arma de fuego del hombre hasta tanto finalice el proceso penal, como medida preventiva para proteger a la mujer en los casos de violencia de género.