Testigo del tiempo: Estadounidenses demandaron Unidad Nacional

J.C. Malone

      Las pasadas elecciones de medio término estadounidenses dejaron varias cosas bien claras, desde luego, para quienes quieran verlas.

La primera y más importante fue que el electorado, no sus líderes, mantuvieron la cordura y no cedieron a ninguna de las posiciones extremistas de ambos partidos.

      Aunque algunos insistían en ver una “nación dividida”, casi hubo un empate técnico, nadie ganó con mayoría abrumadora ninguna competencia, excepto Ron desantis, el gobernador de Florida.

      El mandato de las urnas fue bien claro, ambos bandos deben trabajar juntos para construir un mejor futuro. Fracasó el partidismo manipulador, lo sepultó la cordura.

      La “Ola Roja” fue un invento que dejó sus resultados, algunos republicanos durmieron el sueño del triunfalismo, lo mismo le ocurrió a Hillary Clinton en el 2016.

      Se manipuló el miedo efectivamente, el nueve de octubre hubo un tiroteo frente a la residencia del candidato republicano a la gobernación de Nueva York Lee Zeldin.

El 28 una persona misteriosamente penetró a la residencia de la jefa de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y agredió a Paul, su esposo.

Una semana después, Zeldin canceló una marcha que haría en El Bronx, e hizo un acto en un auditorio, “por razones de seguridad” dijeron fuentes de su campaña,

Zeldin consumió el Kool-Aid del triunfalismo, no hizo campaña ni distribuyó afiches en la ciudad, nadie lo vio; con todo y eso, la gobernadora Kathy Hochul le ganó por sólo cinco puntos.

Los republicanos tomarán la Cámara de Representantes gracias a la oxidada y corrupta maquinaria política demócrata de Nueva York.

Los republicanos ganaron cuatro escaños demócratas en el Valle del Hudson, en Long Island, Queens y Brooklyn, donde el presidente Joe Biden ganó en el 2020.

Biden fue el gran ganador, tradicionalmente el presidente y su partido sufren derrotas humillantes en las elecciones de medio término, esta vez no fue así. Con 82 años en el 2024, Biden debe propiciar un candidato fresco, joven para esa contienda, negándole la revancha anhelada por el ex presidente Donald Trump.

Su mejor legado sería abrirle las puertas al futuro.

Debe propiciar sangre nueva, ideas nuevas y una nueva generación de líderes demócratas y republicanos, 330 millones de estadounidenses lo necesitamos desesperadamente.

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias