Todo tiene su tiempo

Ellis Pérez

@EllisPerezSr

Todo tiene s u tiempo y el pre­sidente Abina­der ha sido un buen intérprete en cuando a la puesta en funcionamiento de lo que se estima que es una nece­saria reforma fiscal.

Ciertamente, la refor­ma es necesaria, hay que seguir construyendo el país y se necesitarán pla­nes sociales para seguir asistiendo a los sectores más vulnerables.

Como he señalado en otras ocasiones en estos artículos, gobernar un país relativamente pobre como el nuestro duran­te una pandemia que ha trastornado todas las ca­denas de producción, las líneas de transporte, los abastecimientos, crea si­tuaciones harto difíciles que obligan a los líderes a permanecer en un estado de vigilia que les permita identificar y atender a la mayor brevedad los dife­rentes problemas que se presentan, que de no re­cibir atención inmediata tienen la tendencia a se­guir creciendo y salirse de todo control.

Aunque el presidente Abinader, como le corres­ponde, enumeró los logros que ha obtenido su corto gobierno y nos señaló al­gunos puntos positivos y significativos, no es menos cierto que la pandemia si­gue activa, que el estado de incertidumbre se man­tiene y que la escasez de muchos artículos provoca ansiedad e incomodidad, a la vez que la subida de sus precios.

Me comentaba un ho­telero hace poco: “Ellis, si bien es cierto que esta­mos en proceso de recu­peración de nuestro tu­rismo, tampoco podemos engañarnos a sabiendas.

Los hoteleros hemos perdido mucho dinero y aunque los turistas están en proceso de regresar todavía estamos en défi­cit en nuestras operacio­nes. Aun no luce fácil el camino que tenemos por delante, requerirá de mu­cha gestión y de mucha efectividad hasta equipa­rarnos con el éxito ante­rior. Estamos haciendo el esfuerzo y contamos con las autoridades”.

Con el continuado as­censo de los precios del petróleo y sus derivados y el atasco de los conte­nedores para distribuir las mercancías habrá un impacto negativo para las próximas navidades.

En algunos casos ha­brá que comprar lo que aparezca. Yo, quien soy el que va a las compras del supermercado, estoy acostumbrándome a no encontrar siempre lo que busco y a sustituir por lo que hay. En algunos ca­sos, simplemente, no hay.

Es bueno que el presi­dente Abinader esté ojo avizor, que esté en dispo­sición de escuchar y que tenga la actitud de recti­ficar cuando las circuns­tancias así se lo indiquen.

No todos los líderes lo hacen.

Todos debemos contri­buir al éxito común.

A todos nos conviene.

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