Tras la muerte de Rayan, Marruecos censará pozos abandonados para asegurarlos

Rabat, 9 feb (EFE).- El Gobierno marroquí realizará un censo completo de todos los pozos clandestinos y abandonados de cara a asegurarlos, una decisión tomada pocos días después del rescate sin vida el pasado sábado del niño Rayan del fondo de un pozo de 32 metros de profundidad en el norte de Marruecos.

La operación la llevará a cabo el Ministerio de Equipamiento y Agua, que dio instrucciones a todas las agencias de las cuencas hidráulicas en todo el país para censar los pozos clandestinos y abandonados, según explicó a Efe Abdelaziz Zerouali, director de Investigación y Planificación de esta institución.

«Se van a censar todos los pozos a nivel nacional que no disponen de los dispositivos de seguridad necesarios y que constituyen una amenaza para la seguridad pública», señaló el responsable marroquí.

Zerouali añadió que las agencias enviarán notificaciones a los propietarios de dichos pozos para restaurarlos y meter equipos de seguridad en unos plazos que se establecerán.

A aquellas personas que no respeten esas reglas se las podrá perseguir judicialmente e imponer multas, unas medidas que tomarán los efectivos de la policía judicial, bajo la supervisión de la fiscalía competente.

Mientras, los técnicos de las agencias hidráulicas se encargarán de asegurar estos pozos abandonados a cargo de los infractores.

El responsable marroquí señaló que las agencias de cuencas hidráulicas otorgan cada año entre 30.000 y 40.000 permisos de excavación y perforación, pero no existen datos exactos sobre el número de pozos abandonados o perforados de forma ilegal. Las autoridades locales ponen anualmente cerca de 1.000 multas a dueños de pozos clandestinos.

La perforación de pozos en Marruecos está sometida a reglamentos que determinan las condiciones que deben cumplir los profesionales de este oficio. Las personas interesadas en abrir uno depositan sus demandas ante una comisión específica que otorga los permisos.

Rayan, que fue enterrado el pasado lunes en su pueblo Ighran del norte de Marruecos, fue hallado sin vida el pasado sábado tras una laboriosa operación de rescate que durante cuatro días excavó en vertical el terreno adyacente al pozo hasta los 32 metros de profundidad, tras lo que se horadó un túnel horizontal de cinco metros para llegar al pequeño.

El caso de Rayan ha despertado una profunda emoción y tristeza en Marruecos, que se mantuvo en vilo durante las etapas de los esfuerzos desplegados para su rescate.

Desde que el sábado por la noche se conoció la noticia, personalidades como el presidente francés, Emmanuel Macron, el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohamed bin Zayerd, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Papa Francisco entre otros expresaron su pésame y solidaridad con la familia de Rayan y el pueblo marroquí.

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