Tutelaje Inaceptable

Edgar Lantigua

Como si se tratara de una loca caravana, de forma sucesiva y con matices propios, en pleno siglo 21, las conductas imperiales, reaparecen, Rusia recupera el ímpetu de los zares con la invasión a Ucrania, Estados Unidos dictando normas allí donde no le toca.

Y una y otra vez vemos como naciones pequeñas viven los ímpetus de intromisiones odiosas, de intentos de tutelaje inaceptables, como ahora la República Dominicana, con relación a la desbordada inmigración haitiana.

Como si se tratara de una tragicomedia, son precisamente quienes más deberían hacer por Haití, quienes hoy piden a la República Dominicana, hacer lo que ellos no hacen.

Pensar en las declaraciones del alto comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos, Volker Turk, pidiendo al país detener las deportaciones masivas, respondidas con firmeza y, talvez, en un lenguaje poco diplomático, pero ese es otro tema, por el presidente Luis Abinader, quien dijo “que son inaceptables e irresponsables las declaraciones ofrecidas por Volker Turk”.

Uno de los representantes de un organismo, la ONU, que en el pasado reciente ha representado uno de los peores fracasos en su presencia en Haití. Puede alguien olvidar que fueron los cascos azules, los responsables de la llegada del cólera, con su secuela de muerte al vecino país, y qué hay registro de numerosas violaciones a mujeres de ese país.

Y ahora, llega la “increíble y triste historia”, no de la Cándida Eréndira, sino del Gobierno de los Estados Unidos, nótese que no digo, la embajada, sencillamente porque una declaración de ese tipo, aunque se generó en la legación local, no se hace pública, sin el visto bueno del Departamento de Estado, es decir es una declaración del Gobierno de ese país.

Por eso no me sumo, a quienes llaman a boicotear la tradicional intervención del representante de ese país, en este caso el encargado de negocios Robert Thomas, en la Cámara Americana el Día de Acción de Gracias, un funcionario que, hasta ahora, había dado demostraciones de respeto al país, de interés por los temas nacionales.

Es tan así, que el presidente, en un hecho inédito, acudió a la celebración del 4 de julio, encabezada por una persona que no es embajador, o sea que no está acreditado ante él y hasta habló allí.

Decir, que la embajada esta preocupada por el  “trato desigual” basado en su color de piel, que han recibido estadounidenses que viajan a República Dominicana por parte de autoridades de inmigración locales, es una intromisión inaceptable.

La respuesta a estas acciones no se han hecho esperar, el expresidente Leonel Fernández reaccionó a las declaraciones del alto comisionado calificandolas de inaceptables, importantes líderes empresariales con buenos nexos con Estados Unidos como el presidente del Conep, Pedro Brache y el expresidente del mismo, Celso Marranzini, así como el presidente del Tribunal Constitucional Milton Ray Guevara han rechazado las declaraciones de Estado Unidos.

La respuesta contundente de la comunidad nacional es una clara demostración de que en una cosa parece que estamos unidos, en el rechazo a las intervenciones en los asuntos internos y en el intento de tutelaje de quienes tienen la mayor responsabilidad frente a Haití.

En su editorial del lunes, el Listín nos convocaba a no dar ni un paso atrás en la determinación de controlar la inmigración ilegal, ante el colapso institucional de Haití, no nos queda más que ser firmes y rechazar los intentos de tutelaje de quienes no llevan la carga de la explosiva situación del país vecino, como la República Dominicana.

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