Ucrania intenta mantener Azot mientras Rusia corta las vías de abastecimiento

Moscú/Kiev, 12 jun (EFE).- El Ejército ucraniano resiste en la planta química de Azov con el fin de impedir la toma total de Severodonetsk, ciudad clave del este del país, y frenar el avance de las tropas rusas en el Donbás, mientras estas cortan las vías de abastecimiento y repliegue de los defensores de la urbe.

«Azot no está bloqueado. Se está combatiendo en las calles de las cercanías de la planta», afirmó el jefe de la administración militar de Lugansk, Serhiy Gaidai, que ha negado en varias ocasiones las declaraciones de las fuerzas prorrusas, que aseguran haber acorralado a los defensores en el combinado químico.

Varios canales prorrusos en Telegram informaron hoy sobre la voladura del puente Proletarski que enlazaba Severodonetsk con Lisichansk, lo cual por un lado impide el abastecimiento de los defensores de Azot, pero por el otro dificulta el avance ruso a Lisichansk.

En la foto difundida tanto por los prorrusos como por la agencia ucraniana UNIAN se observa el puente derrumbado y varios tanques y blindados destruidos a cada lado.

Gaidai confirmó la voladura del puente, y alertó que el Ejército ruso comenzó a bombardear para cortar los suministros ucranianos y su posible retirada.

Además, avanzó que previsiblemente las tropas rusas van a intensificar sus ataques para tomar la ciudad a lo largo de este domingo o el lunes.

SALIDA DE CIVILES DE LA PLANTA AZOT

Mientas, el «embajador» en Rusia de la región separatista ucraniana de Lugansk, Rodión Miroshnik, aseguró que los civiles, sin precisar su número, empezaron a salir de la planta Azot, en Severodonetsk, rodeada por las fuerzas militares rusas.

«Comienzan a salir los civiles retenidos en la planta Azot, están saliendo a través de un puesto de entrada fuera de control de los militares ucranianos. Los civiles son recibidos por las fuerzas aliadas y acompañados a un lugar seguro», escribió Miróshnik en su cuenta de Telegram.

El representante prorruso afirmó que los «remanentes de las fuerzas ucranianas controlan varios edificios en la zona del primer puesto de entrada de la planta».

«Se escuchan disparos, los militares ucranianos aún pueden estar reteniendo a varios centenares de civiles, que podrán ir saliendo de sus refugios en la medida en que las fuerzas aliadas vayan estrechando el cerco», agregó.

La víspera, Miroshnik afirmó que las fuerzas rusas bloquearon entre 300 y 400 defensores de Azot, a los cuales negó cualquier alternativa a la rendición, mientras el mando ucraniano informó que las fuerzas rusas continuaban «sin éxito» los combates en Severodonetsk.

JORNADA SIN AVANCES CONSIDERABLES

Durante la jornada, que transcurrió sin avances considerables, las fuerzas rusas buscaron «frenar las acciones de la fuerza de defensa con fuego sistemático sobre las posiciones» ucranianas en la región de Járkov, según el mando militar de Kiev.

El Ejército ucraniano acusó a las fuerzas rusas de castigar con sus artillería la infaestructura civil en Vernopil, Ukrainka, Petrivka, Chepil, Khrestyshche y efectuar un ataque aéreo cerca de la localidad de Mospanovo.

Más al sur, el Ejército ruso se apresta a iniciar la batalla por Sloviansk y Kramatorsk, bastiones clave de la región de Donetsk, y prepara terreno con ataques de artillería contra las localidades de Petrivske, Nova Husarivka, Kurulka y Dolyna, indicó el parte castrense de Ucrania.

El mando ucraniano admitió de facto la pérdida de Bogorodichne, asediada la víspera, al afirmar que las fuerzas rusas «están tratando de afianzarse» en esta localidad.

DESTRUCCIÓN DE ARMAS SUMINISTRADAS POR OCCIDENTE

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró hoy haber destruido con misiles «Kalibr» de largo alcance un gran almacén de sistemas de misiles antitanque suministrados a Kiev por EEUU y países europeos en la región de Ternópil, en el oeste de Ucrania.

Los misiles fueron lanzados desde el mar sobre la localidad de Chórtkiv, señaló el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov, en su parte bélico matutino.

Según Defensa, los «Kalibr» alcanzaron «un gran almacén de sistemas de misiles antitanque suministrados al régimen de Kiev desde EEUU y países europeos, sistemas de misiles antiaéreos portátiles y proyectiles de artillería para sistemas de armas».

Además, según Konashénkov, durante la última jornada misiles lanzados desde el aire de alta precisión golpearon dos puestos de mando y 15 áreas de concentración de soldados y equipo militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Esos misiles destruyeron, siempre según Rusia, una lanzadera del sistema de misiles antiaéreos Buk-M1 cerca de Barvinkove, ​​​​en la región de Járkov, y una estación de radar de control del espacio aéreo cerca de Sloviansk, en la región de Donetsk.

También alcanzaron un radar para detectar y rastrear objetivos del sistema de misiles antiaéreos S-300 en las cercanías de Krivói Rog, en la región de Dnipró, así como dos baterías de sistemas de misiles de lanzamiento múltiple en dos localidades de las regiones de Donetsk y Lugansk.

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