Ucrania reconecta Zaporiyia antes de la llegada de la misión del OIEA

Moscú/Leópolis, 26 ago (EFE).- La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, bajo control ruso, volvió este viernes a conectarse a la red eléctrica nacional, pero su desconexión temporal la víspera por nuevos ataques ha aumentado la inquietud en torno a la seguridad de la planta y convertido en urgente su inspección por parte de la agencia atómica de la ONU.

«La central nuclear de Zaporiyia está conectada a la red y genera electricidad para las necesidades de Ucrania», señaló la empresa estatal de energía atómica, Energoatom.

RECONEXIÓN PARCIAL

Se conectó a la red eléctrica uno de los dos reactores que estuvieron parados y se está agregando capacidad, agregó.

La planta nuclear, en el sur de Ucrania y ocupada desde el 4 de marzo por las tropas rusas -aunque operada por ucranianos-, quedó desconectada completamente de la red eléctrica el jueves por la tarde por primera vez en 36 años.

Energoatom indicó que las «acciones de los invasores» de Rusia provocaron incendios en los pozos de ceniza de la central.

Dos de los seis reactores de la planta quedaron desconectados por el sistema de emergencia, si bien la central permaneció conectada a una línea eléctrica de una planta térmica cercana y se activaron los generadores de diésel, según las autoridades ucranianas.

«¡Los trabajadores nucleares de la central nuclear de Zaporiyia son verdaderos héroes! Sostienen incansable y firmemente la seguridad nuclear y radiológica de Ucrania y de toda Europa sobre sus hombros (…)», indicó Ernergoatom.

No es el primer susto que se produce en torno a Zaporiyia, pero quizás el mayor desde que las fuerzas de Rusia la ocuparon.

A lo largo de este mes se han producido casi a diario ataques a la central de los que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente, lo que ha causado daños a la planta y en su territorio y ha desatado la alarma en torno a la seguridad nuclear de la planta.

ACUSACIONES CRUZADAS

Hoy mismo el Ministerio e Defensa de Rusia acusó a las fuerzas ucranianas de haber bombardeado la víspera con armas de gran calibre durante dos ocasiones la planta y las autoridades de la ciudad de Energodar, donde se encuentra la planta y ocupada también por las tropas rusas, dieron cuenta de un supuesto ataque ucraniano este viernes con artillería en la zona de almacenamiento de isótopos radiactivos.

La noticia de la reconexión permitió respirar algo más aliviados a los ucranianos, después de que el presidente Volodímir Zelenski, afirmara en un videomensaje que «Rusia ha puesto a Ucrania y a todos los europeos a un paso de un desastre radiológico».

Zelenski aseguró que Kiev hace todo lo posible para prevenir la repetición de la catástrofe en 1986 de la central nuclear de Chernóbil – que al principio de la guerra también fue ocupada por las tropas rusas-, pero recalcó que se requiere de una importante presión internacional para que Rusia se retire inmediatamente de las instalaciones de Zaporiyia.

Por ello, enfatizó, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otras organizaciones internacionales deben «actuar mucho más rápido de como lo hacen ahora».

«Porque cada minuto que las tropas rusas permanecen en la central nuclear supone arriesgarse a un desastre de radiación global», recalcó.

El director general del OIEA, Rafael Grossi, quien prepara una misión de la organización a la central, indicó en una entrevista al diario francés Le Monde que no descarta el riesgo de un accidente.

Destacó que «no hay que ser alarmista», pero que tampoco se puede banalizar «una situación que no lo es».

El OIEA espera que «en los próximos días» pueda viajar a la planta nuclear, para lo que primero hay que «asegurar nuestro itinerario en coordinación con los dos países» con la ayuda de los vehículos blindados de la ONU, además de definir bien los parámetros de la inspección, dijo Grossi a Radio France Internationale.

«Y eventualmente establecer una presencia continuada de la agencia (atómica) en el lugar», indicó.

PREPARATIVOS ACTIVOS DE LA MISIÓN DEL OIEA

Según dijo este viernes a la emisora de radio ucraniana «NV» la asesora del ministro de Energía, Lana Zerkal, la «misión está prevista para la próxima semana».

«Ahora se están decidiendo todas las rutas logísticas, cómo llegarán allí. A pesar de que los rusos acordaron que la misión viajará por el territorio de Ucrania, ahora están artificialmente creando todas las condiciones para que la misión no llegue (…)», sostuvo.

Vladímir Rogov, miembro del consejo prorruso de la región de Zaporiyia, aseguró este viernes a la agencia TASS que se están evaluando «varias rutas» y que las autoridades designadas por Rusia están dispuestas a garantizar la seguridad de los expertos.

Rusia se opone a la desmilitarización de la planta, como exige Kiev, y no ve con buenos ojos la permanencia de expertos del OIEA.

MILITARIZACIÓN Y TRATO CRUEL

La inteligencia británica difundió el jueves imágenes de satélite con fecha del 21 de agosto que revelan que Rusia mantiene una presencia militar reforzada en la planta, con vehículos blindados de transporte de personal desplegados a 60 metros del reactor cinco.

«Es probable que los principales riesgos para las operaciones de los reactores sigan siendo la interrupción de los sistemas de enfriamiento, el daño a su suministro de energía de reserva o los errores de los operarios que operan bajo presión», tuiteó.

La semana pasada un vídeo grabado a escondidas por un trabajador de la planta y difundido en redes sociales -cuya autenticidad ha confirmado tanto la cadena CNN como otros empleados del lugar- muestra a vehículos blindados de transporte de personal militar incluso en la sala de máquinas.

Trabajadores y antiguos operarios de Zaporiyia indicaron además al diario Telegraph que la situación dentro de la planta es como «en una prisión de alta seguridad», con «torturas y detenciones». EFE

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