Ultraderechista Javier Milei y peronista Massa tienden puentes para atraer votos de otras tendencias

BUENOS AIRES 24 oct.  — Un día después de las elecciones presidenciales argentinas, los dos candidatos que se enfrentarán en el balotaje del 19 de noviembre desplegaron sus estrategias para ampliar su electorado: el ultraderechista Javier Milei tendió puentes con el conservador expresidente Mauricio Macri, uno de los referentes de la oposición, mientras que Sergio Massa, quien dio la sorpresa al situarse como favorito, avanzó su intención de apelar a un electorado más allá del peronismo.

Milei, un economista ultraliberal que cuestiona a la clase política tradicional por considerarla una casta de privilegiados, hizo un intento de acercamiento con la coalición opositora Juntos por el Cambio, que quedó relegada en un tercer puesto en los comicios del domingo, al afirmar que está dispuesto escuchar a Macri (2015-2019) y a otros dirigentes de esa fuerza para vencer al peronismo.

Massa, actual ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, aprovechó su primera rueda de prensa con medios para dejar claro que su idea de gobierno no pasa únicamente por el peronismo, del que es un representante moderado, sino por ampliar su base.

“Me parece un error plantear que la etapa que viene esté unida sólo al peronismo, vamos a un gobierno de unidad nacional. Voy a convocar a los mejores de las distintas fuerzas políticas sin importar su procedencia, porque creo que tenemos que construir políticas de Estado”, señaló Massa en su primera rueda de prensa tras ganar las elecciones, ante medios extranjeros el lunes al ser consultado sobre cómo tratara de ganar los votos de Juntos por el Cambio, cuya fuerza fue la tercera más votada el domingo.

Patricia Bullrich alcanzó casi un 24% de los votos, pero ya indicó el lunes en su cuenta personal en X, antes Twitter, su intención de no avalar al peronismo y a la facción que encarna Massa, el kirchnerismo, del que es fiel detractora.

“Juntos por el Cambio tenemos una convicción profunda, transparente y republicana en la lucha contra la corrupción. Tenemos la convicción de que el país debe abandonar el populismo si quiere crecer y terminar con la pobreza”, señaló Bullrich, cerrando la puerta a solicitar el voto por el actual ministro Massa.

Massa obtuvo más de 36% de los votos en una primera vuelta que se celebró en medio de una inflación de 140% anual, una pobreza que afecta a 40,1% de la población y escándalos de corrupción que salpican al oficialismo. Milei, de La Libertad Avanza, rozó el 30% a pesar de que en las primarias de agosto había sido el favorito del electorado.

Ninguno consiguió al menos un 45% de los votos válidos o un 40% y una diferencia de 10 puntos porcentuales para imponerse en primera vuelta.

“Tengo una muy buena relación con el ingeniero Macri, lo escucho mucho. Estoy dispuesto a escucharlo. Creo que su experiencia ha sido muy valiosa”, dijo Milei el libertario a emisoras de radio. “Estoy para solucionar los problemas de la Argentina… Hay que recurrir al máximo pragmatismo. Dos tercios de la Argentina quieren otra cosa diferente”, sostuvo el libertario.

Milei ha propuesto el cierre del Banco Central y la dolarización de la economía para combatir la inflación, generando el rechazo de opositores y círculos económicos que apuntan que Argentina no tiene los dólares suficientes para llevar a cabo esa medida.

Esas y otras propuestas controversiales y su talante poco conciliador generan el interrogante de si Milei podrá flexibilizar su postura para atraer suficiente apoyo electoral con vistas al balotaje.

En tanto, Massa tiene frente a sí el reto de convencer a suficientes votantes en un contexto de creciente deterioro social, del que varios responsabilizan al gobierno al que pertenece. Esta es la segunda vez que el peronista aspira a la presidencia luego de quedar en tercer lugar en 2015.

“Los dirigentes que creen que son dueños de la voluntad ciudadana, se equivocan, el ciudadano va eligiendo de acuerdo a su estado de ánimo, a su expectativa a su esperanza, y a lo que le dé certezas”, afirmó el ministro de Economía.

Cuestionó, en referencia a algunas de las posiciones de su contrincante, la “imprevisibilidad que puede resultar para cualquier país del mundo el encontrarse con dirigentes que plantean la ruptura de un Mercosur”, de acuerdos con China o “la ruptura con la Santa Sede siendo el papa argentino…”.

El ministro de Economía señaló que de ser ganador “voy a trabajar con todo mi ahínco” por concretar una visita al país en 2024 del papa Francisco al que no dudó en calificar como “el argentino más importante de la Historia”.

Massa representa al sector más moderado de la coalición de gobierno del presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta y exmandataria, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), con quien se reconcilió después de estar alejado políticamente durante unos años.

El triunfo del dirigente peronista no terminó de convencer a los mercados, que según analistas hubieran preferido que la centroderechista Juntos por el Cambio entrara al balotaje. Los bonos argentinos tuvieron caídas de hasta 10%.

El peso perdió valor frente al dólar del mercado paralelo, al que acuden los argentinos para comprar ante la falta de restricciones que rigen en el oficial y que es un termómetro de la situación económica y el humor social. La divisa cotizaba en promedio a 1.100 pesos y se despegaba así de los 900 pesos en que cerró la semana pasada en medio de allanamientos a casas de cambio.

Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, dijo que habrá que ver cómo Massa “puede manejar la economía, qué es lo que plantea de aquí en adelante” y “si es que realmente entiende que tiene que formar un gobierno de unidad nacional”.

AP

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