Un incendio sospechoso en una frontera «sellada» de guardias

Por Manuel Jiménez

Aunque aún es muy prematuro para establecer las causas de las llamas que consumieron unos 28 módulos en las instalaciones del Mercado Binacional en Dajabón, del lado de la República Dominicana, el hecho despierta suspicacias naturales en vista de que se produce apenas horas antes de una reapertura con la que el gobierno haitiano no está de acuerdo.

Solo la anoche del martes el alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, expresaba preocupación por la falta de comunicación con su homólogo de Juana Méndez, la fronteriza población haitiana, Luma Demetrius, para coordinar el reinicio del mercado, en una actitud que igualmente despierta sospechas, pues de ese modo esa autoridad expresa su descontento y oposición.

En la víspera, el gobierno haitiano a través de su Cancillería, dejo sentado su desacuerdo con la reapertura parcial de la frontera, cuestionó que se aperturara solo el Mercado Binacional y no el tráfico de personas, además de censurarnos por la rehabilitación del Canal de La Vigía.

Autoridades y comerciantes de Dajabón expresaban desde el martes sus dudas en torno a que las autoridades haitianas permitiesen el paso de sus connacionales al mercado en vista de la actitud beligerante que han mantenido frente a República Dominicana desde el inicio de la construcción unilateral  de su canal sobre el Río Masacre.

Lo que se ha informado es que efectivamente el mercado fue reanudado tras extinguirse el incendio sin la participación de los comerciantes y compradores haitianos en vista de que la frontera, del lado haitiano, no fue abierta por las autoridades de ese país, según informó el alcalde Riverón.

Estoy entre los que cuestiona la gestión inicial de esta crisis por parte del gobierno dominicano pues fue inmisariamente violento y desafiante, adoptó medidas extremas como el cierre total de frontera por aire, mar y tierra, militarizó la zona con una inusual demostración de fuerza cuando pudo acudir primero a la vía diplomática o llamar a organismos internacionales como la OEA para una mediación.

Pero como dice el refrán…al palo dado…ni Dios lo quita…no nos queda de otra que apoyar a República Dominicana en el marco de este conflicto, en el que obviamente Haití ha violentado todas las normas y acuerdos bilaterales. Pero ya que tenemos los guardias en la frontera y habría que definir claramente su papel, pues surgen hechos y situaciones que cuestionan en alguna medida su desempeño en materia de seguridad.

Se denuncia que sigue el tráfico ilegal de haitianos y que ha aumentado el contrabando a causa del cierre fronterizo.

La frontera esta sellada y nuestros militares preparados para cualquier cosa, es lo que nos ha repetido el Presidente Luis Abinader, pero esperemos las conclusiones de la investigación sobre este inesperado incendio, pues si fue producto de manos criminales como sospecho, entonces ¿qué hacen nuestros guardias en la frontera? De lo contrario, habría que concluir que ni la suerte nos acompaña.

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